HOY EL RETO DEL AMOR ES LEVANTARSE

Deporte matutino

Hola, buenos días, hoy Sión nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.

Los domingos tenemos la Eucaristía a las 11. Ayer, a primera hora de la mañana, me fui a encender la gloria. Como me sobró mucho tiempo, no pude resistirme: tenemos un montón de ramas tiradas por todo el jardín, ¡y se van a mojar con la lluvia!

Enganché una carretilla, y, a todo correr, me hice un montón de viajes con ramas más grandes que yo. ¡Acabé sudando hasta por las uñas! No hacía más que pensar en todos los beneficios del deporte: se liberan toxinas, mejora la circulación...

A la Eucaristía llegué pletórica, ¡me sentía como pez en el agua! "Tengo que hacer esto más veces..."
 
Sin embargo, a la altura de la homilía, al pez se le acabó el agua. Sentía la piel congelada, la zona baja de la espalda me daba pinchazos, estoy segura de tener una contractura en los hombros, por no hablar del hormigueo en brazos y piernas, preludio de unas terribles agujetas...

¡¡Lo que hace la falta de práctica!! Ahora, con el inicio del Adviento, seguramente tengas pensada una lista de propósitos. Serán cosas muy buenas, como el deporte... ¡pero es posible que también sufras de agujetas!

A todos nos encantaría proponernos algo y, desde ese instante, no volver a caer en ello nunca más: no enfadarme, tener paciencia, no contestar mal... Sin embargo, todas las costumbres, buenas y malas, crean hábitos, y a veces no es posible borrarlos de golpe.

Cristo cuenta con ello. Por eso, el mayor regalo que puedes hacerle es levantarte detrás de cada caída. Él te invita a no rendirte, y siempre te tenderá la mano para alzarte del suelo.

Hoy el reto del amor es levantarse. Si hoy pierdes la paciencia, te enfadas o, simplemente, contestas sin amor, ¡no te desesperes! Mira a Cristo, siente su amor invitándote a empezar de nuevo: pide perdón a los hermanos, ¡y a seguir caminando! ¡Feliz día!

VIVE DE CRISTO


Fuente: Dominicas de Lerma