¿Por las ramas?... ve directo a la raíz
Hola, buenos días, hoy Israel nos lleva al Señor. Que
pases un feliz día.
Cada vez que vamos al locutorio es toda una misión.
Unas veces se trata sencillamente de compartir un rato del Señor, o de
responder preguntas sobre nuestra vida; pero otras, la persona comienza a
abrirse, a compartir algún problema, y ahí es cuando rezo en mi interior:
"Gracias, Señor, por esta oportunidad para aprender a tratar a las
personas".
Y es que lo normal es que, ante un problema, veamos
las circunstancias, o incluso las posibles formas de actuar... Pero Lety
siempre nos insiste mucho en que lo importante es ver a la persona: ¿Cómo está?
¿Qué le ocurre? ¿Qué necesita realmente? Así hemos visto muchos milagros,
muchos encuentros con el Señor.
Y me pregunto, ¿cuál es la clave? Ayer, estando en
vísperas, el Señor me lo iluminó sencillamente con un ejemplo familiar:
Cuando un hijo lía alguna, lo fácil es echarle una
buena bronca, o castigarle sin salir, o quitándole algo que le gusta mucho,
pretendiendo con ello que no lo vuelva a hacer. Sí, esto es lo fácil, pero no
siempre es lo que más ayuda, y no suele impedir que vuelva a ocurrir. Sin
embargo, lo difícil es pararse a orar y preguntarle al Señor, "¿Qué le está
ocurriendo a este chico para que haga esto?", "¿Qué le ha llevado a
ello?"
¡Eso es! Se trata de llegar a la raíz del problema, de
mirar por la persona, más que por uno mismo, de querer realmente ayudarla y
tenderle una mano.
Ciertamente es un camino imposible sin el Señor, ya
que Él es el único que conoce a las personas por todas sus caras, lo que
realmente ha vivido para llegar hasta ese problema. Él es quien realmente está
interesado en que esa persona sea feliz y pueda llegar a una vida plena, por eso,
sólo acudiendo a Él, orando, nos puede iluminar para ver la raíz de los
problemas, pues es así como trataba Él. Jesús llamó a los 12 por sus nombres,
vio a Zaqueo, se detuvo ante el ciego Bartimeo... Cristo miraba por las
personas.
Doy gracias al Señor porque todos estamos llamados a
orar para llegar hasta la raíz de los problemas, empezando por los propios. Él
está deseando darte luz para que puedas encontrar la clave, para que veas a las
personas.
Hoy el reto del Amor es orar para llegar a la raíz del
problema. ¿Quieres ser feliz? Ora y ama. Lo que te ilumina el Señor, encaja en
tu interior, te llena de Paz, y, aunque pueda ser doloroso, es mucho más fuerte
la Gracia de encontrar sanación en Él.
VIVE DE CRISTO
Fuente:
Dominicas de Lerma