Pero... ¡¿a dónde van?!
El domingo vinieron unos amigos muy cercanos a la
Comunidad a despedirse. Y es que hemos tenido la suerte de poder caminar con ellos
y sus hijos un bonito trecho del camino y, aunque el domingo viniesen a
"despedirse"... ¡todo lo que nos queda por recorrer aún!
En estos momentos estarán metidos en una furgoneta
llena de cosas; de lo básico que hayan podido meter para esta nueva etapa que
comienza. Por delante, doce horas de viaje hacia su nuevo destino. Imagino que
estarás pensando que van de vacaciones, para acabar el mes de agosto en
condiciones y así recargar pilas para el nuevo curso...
Sin embargo, nuestros amigos apenas conocen el lugar
adonde van, han estado estudiando todos a una el nuevo idioma, las costumbres
del país, han dejado sus puestos de trabajo, colegios... todas sus seguridades.
Y es que toda la familia se ha embarcado en una gran aventura: se ofrecieron a
la Iglesia para ir como Familia en Misión.
El domingo les miraba y me emocionaba, ¡se han quedado
con lo esencial! ¡Se han quedado con Cristo! Han optado por Él, por llevar Su
Amor, su testimonio de vida, allí donde vayan. Y, como ellos, este año se irán
8.000 personas (niños, jóvenes, adultos). El Papa, dirigiéndose a ellos, les
dijo: "Les agradezco, en nombre mío, pero también en nombre de toda la
Iglesia, por este gesto de ir, pero ir hacia lo desconocido y sufrir. Porque
habrá sufrimiento ahí, pero también habrá la alegría de la gloria de
Dios..."
Me uno a esta acción de gracias del Papa por estas
familias, testimonio del Evangelio, testimonio de Cristo vivo. Gracias a Dani,
a María y a sus hijos, y gracias a tantos otros que están en distintos rincones
el mundo y que forman parte de esta familia del reto.
Hoy el reto del amor es que ores con tu familia un
Padrenuestro por todas las familias que están en Misión, también por aquellas
que están dando su vida por la fe, o aquellas que pasan dificultades por el
hecho ser cristianos. Gracias a todos, gracias por apostar por Cristo, gracias
por mostrar a vuestros hijos y al mundo que Cristo está vivo, gracias por
vuestro testimonio.
VIVE DE CRISTO
Fuente:
Dominicas de Lerma