Julie Armas, la madre de Samuel, destacó el impacto que ha tenido la
fotografía de la mano de su hijo en la defensa de la vida y el rechazo al
aborto
Samuel
Alexander Armas tiene 16 años y vive en Douglas County, muy cerca de Atlanta,
en el estado de Georgia (Estados Unidos). Nació el 2 de diciembre de 1999, pero
para ese momento ya había alcanzado fama mundial por “la mano de la esperanza”,
una fotografía que se convirtió en el ícono de la defensa de la vida desde el vientre materno.
El 7 de septiembre
de 1999, el diario estadounidense USA Today publicó la fotografía de Samuel
asomando fuera del útero materno y sosteniendo la mano de su cirujano, el Dr.
Joseph Bruner.
En el momento
en que fue tomada la fotografía, el 19 de agosto de 1999, el Dr. Bruner había
completado un procedimiento histórico: una cirugía a un bebé de apenas 21
semanas de gestación. El fotógrafo, Michael Clancy, cubría una comisión
especial del USA Today.
Clancy recuerda
el momento vívidote en su sitio web michaelclancy.com. “Un médico me
preguntó qué velocidad de film estaba usando, y con el rabillo del ojo vi el
útero moverse, pero ninguna mano estaba cerca. Se estaba sacudiendo desde
dentro. De repente, un brazo completo salió por la abertura, luego se retiró
hasta que solo se veía una mano. El doctor se acercó y levantó la mano, que
reaccionó y apretó el dedo del médico”.
“Como si
probara la fuerza, el doctor sacudió el pequeño puño. Samuel lo sostuvo firme.
¡Tomé la foto!”.
Todo ocurrió
tan rápido, recordó Michael, que una enfermera junto a él le preguntó qué
sucedió. Al explicarle que el bebé sacó su pequeña mano, ella le indicó que los
bebés “hacen eso todo el tiempo”.
El Dr. Bruner
había operado a Samuel, luego de que le detectaran espina bífida, un mal
congénito que puede llevar a distintos grados de discapacidad física y mental
en la persona.
16 años
después, Samuel asiste a la escuela en la Secundaria Alexander y forma parte
del equipo de baloncesto en silla de ruedas Atlanta Junior Wheelchair Hawks.
Tiene otros dos hermanos, Ethan, de 12 años, y Zachary, de 10.
Zachary también
tiene espina bífida, pero no pudo ser operado ya que el procedimiento
experimental desarrollado por la Universidad de Vanderbilt está ahora en manos
de los Institutos Nacionales de Salud, y el pequeño no fue seleccionado entre
los beneficiarios.
Para el joven
Samuel, Dios forma parte importante de su vida. “Siento que tomo decisiones
fuertes porque soy fuerte en Dios”, explicó recientemente al diario Atlanta Journal-Constitution.
“Creo que eso
es importante al tener una discapacidad. Me doy cuenta de cuán mal podría haber
estado, y sé cuánto (Dios) me ha bendecido”, dijo.
Samuel señaló
que “sin la espina bífida, no conocería a tantos de los que hoy conozco y no
tendría baloncesto en silla de ruedas, que ha cambiado completamente quién soy.
Podrías pensar que la espina bífida es una desventaja, pero le agradezco a Dios
por eso todos los días”.
La familia Armas, que rechazó
de plano el aborto
de Samuel en su momento, se ha convertido en férrea defensora de la vida.
Julie Armas, la
madre de Samuel, destacó el impacto que ha tenido la fotografía de la mano de
su hijo en la defensa de la vida y el rechazo al aborto.
“Queríamos
mostrar el valor de la vida de nuestro hijo, con discapacidad o sin
discapacidad, y que haríamos cualquier cosa por él porque lo valoramos.
Logramos lo que queríamos”, dijo.
Fuente: ACI Prensa