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Lydia Jiménez recibe la cruz Pro Ecclesia et Pontifice de manos del Nuncio Apostólico Bernardito Cleopas Auza. |
La cruz Pro Ecclesia et
Pontifice
Esta distinción, en favor de la Iglesia y el Papa, fue
instituida por León XIII en 1888 como premio a la fidelidad a la Iglesia y el
servicio distinguido a la comunidad eclesial por parte de clérigos y laicos.
El diseño de la cruz actual proviene del papado de Pablo VI. En medio de la cruz, están representados los apóstoles
Pedro y Pablo y los colores de la cinta son amarillo y blanco. Hasta el
pontificado de Benedicto XVI la cruz representó el escudo papal y el nombre del
Papa. Estos fueron remplazados por una cruz y el escudo de la Santa Sede.
Un reconocimiento que se
concede a pocos
Bernardito Cleopas Auza, quien ha entregado la bula papal y ha colocado la cruz a
Lydia Jiménez, ha comentado que se trata de “un reconocimiento que se concede a
pocos” y, en el caso de la directora general de las
Cruzadas de Santa María, “es un homenaje más que merecido por una vida más que
ejemplar, especialmente para la Iglesia”.
El
nuncio ha explicado que “el Santo Padre, que conoce a Lydia, ha querido otorgar
este homenaje y reconocimiento hacia sus actos en toda una vida, especialmente
a los últimos cuarenta o cincuenta años”. También ha destacado su labor en
favor de “toda la sociedad abulense y de la comunidad de Castilla y León a
través de la Universidad Católica de Ávila”.
Palabras de Lydia
Jiménez
Por
su parte, Lydia Jiménez se ha
mostrado muy agradecida y ha querido “reiterar mi gratitud al señor nuncio,
quien representa al Santo Padre, al que amo entrañablemente y quien siempre me
ha distinguido con una gran deferencia paternal”.
“Es
una distinción que no considero merecida y que simplemente se me ha concedido
como un
impulso a seguir dedicando mi vida por la Iglesia y por la evangelización y,
para mí, eso es emplearme a fondo en la educación”. Y ha hecho hincapié en “ese
empeño porque la Universidad Católica de Ávila sea un faro de
pensamiento, no solamente para Castilla y León, sino para muchas
ciudades de Europa y del mundo”. Algo que, como ha recordado, es posible
gracias al Instituto Secular Cruzadas de Santa María.
El obispo
de Ávila destaca la labor de las Cruzadas
En
el acto de entrega también ha participado el obispo de Ávila, Jesús Rico García, quien ha realizado
la lectura del informe de la solicitud cursada al Santo Padre para esta
concesión. También, ha querido destacar la función de educación y
evangelización de las Cruzadas de Santa María por diferentes partes del mundo
y, en concreto, la trayectoria de Lydia Jiménez, quien conoció al Padre
Morales, fundador del Instituto Secular, en los inicios de su etapa
universitaria en Madrid y, desde entonces, su trabajo y entrega ha hecho
posible la expansión de la institución hasta convertirla en lo que es hoy.
Por
su parte, Francisco Trullén, secretario general de la UCAV, ha sido el
encargado de conducir el acto, que ha contado con diferentes personalidades
eclesiásticas y públicas, entre los más de 200 asistentes que han querido acompañar
a Lydia Jiménez en este día tan importante para ella. Además, no han faltado
las palabras y deseos de mejora para el Papa Francisco en estos momentos
complicados de salud que está atravesando. El coro de la UCAV ha sido el
encargado de poner la nota musical al acto.
Fuente:
ReligiónConfidencial