SEIS IGLESIAS ROMANAS PARA DESCUBRIR A SEIS MUJERES FUERTES

Entre las propuestas del Jubileo del año 2025 se encuentra la de recorrer distintos templos de la Ciudad Eterna en los que honrar y celebrar a las patronas de Europa y doctoras de la Iglesia

Ecclesia

Siempre se ha dicho que todos los caminos conducen a Roma. Y a esto se puede añadir que en Roma hay muchos caminos. El Dicasterio para la Evangelización, responsable de la organización del Jubileo de 2025, propone algunos para descubrir entre las calles de la Ciudad Eterna durante este Año Santo. Son en concreto cuatro. Uno invita a recorrer las cuatro basílicas papales: San Pedro, Santa María la Mayor, San Pablo Extramuros y San Juan de Letrán. El segundo es el conocido como el de las siete iglesias. Fue ideado por san Felipe Neri en el siglo XVI y es muy popular en Roma. Empieza en el centro de la ciudad y sus 25 kilómetros suelen recorrerse durante la noche. El tercer camino es el de Europa en Roma. Son 28 etapas en iglesias y basílicas ligadas históricamente a países europeos por motivos culturales, artísticos o por la tradicional acogida que han brindado a los peregrinos de un determinado país europeo. En el caso de España, este camino sugiere la iglesia de San Pietro in Montorio, donde la tradición señala que san Pedro fue crucificado boca abajo. En ese punto se erige el famoso templete del genial arquitecto Donato Bramante, encargado por los Reyes Católicos al artista. En el complejo de San Pietro in Montorio se encuentra la Academia de España.

El cuarto de los caminos que ofrece el Jubileo para profundizar en la experiencia espiritual en Roma es el dedicado a las mujeres patronas de Europa y doctoras de la Iglesia. La ruta permite descubrir iglesias menos conocidas de la Ciudad Eterna y apreciar, en aquellas más conocidas, otros aspectos, además de sus principales atractivos artísticos o espirituales, que son muchos.

1

Teresa de Ávila

Iglesia de Santa Maria della Vittoria

Entre estas mujeres encontramos, sin duda, a santa Teresa de Ávila. Su figura se recuerda en la iglesia de Santa Maria della Vittoria, en una preciosa plaza romana no muy lejos del centro. Terminada la Misa de las 11:30 horas del domingo, se puede empezar el recorrido en este templo que conserva una auténtica obra maestra. Es ni más ni menos que la famosa escultura de Bernini que evoca el éxtasis de la santa de Ávila. Unas carmelitas de la comunidad que alberga el templo comentan que, aunque conocen que la iglesia forma parte de este recorrido jubilar, de momento están prácticamente en fase de preparación para acoger a los peregrinos que participen en este camino. Como reconoce el mismo Fisichella en estas páginas, el Jubileo está preparado, aunque queda trabajo por delante en muchos aspectos organizativos. El camino dedicado a las mujeres patronas de Europa y doctoras de la Iglesia prosigue cerca de Campo de Fiori, céntrica plaza de la Ciudad Eterna. 

2

Brígida de Suecia

Iglesia de Santa Brígida

En la vecina piazza Farnese, junto a la imponente embajada francesa, se encuentra la iglesia de Santa Brígida de Suecia, patrona de Europa, que recoge su memoria. La comunidad religiosa de brigidianas es inconfundible por su característico hábito y es muy frecuente ver a las religiosas por estas calles, mientras caminan inmersas en sus quehaceres diarios.

3

Teresa Benedicta de la Cruz

Iglesia de San Agustín

No muy lejos, el recorrido prosigue en la basílica de San Agustín, a pocos pasos de la piazza Navona. En este templo se evoca la figura de santa Teresa Benedicta de la Cruz, Edith Stein, también patrona de Europa. El camino une a estos dos grandes de la Iglesia en torno a esta basílica, porque tienen en común la conciencia de que no hay fe sin razón, ni confianza en Dios sin la colaboración del intelecto humano. Mientras en el templo se celebra un bautizo a eso de mediodía, las visitas guardamos un especial silencio para admirar los frescos de Rafael o La Virgen de los Peregrinos, de Caravaggio. Los restos de la madre de san Agustín, santa Mónica, reposan en esta iglesia. Además, el templo es famoso por acoger la capilla de la Virgen del parto, a la que acuden las mujeres con dificultad para concebir. Alrededor de la estatua de María con el Niño en brazos se multiplican las fotografías, las notas de agradecimiento y los exvotos de aquellas que lograron convertirse en madres tras haberse encomendado a esta Virgen.

4

Catalina de Siena

Basílica de Santa Maria Sopra Minerva

Caminando por algunas de las calles más turísticas de Roma se llega a Santa Maria sopra Minerva, donde está enterrada santa Catalina de Siena y donde este camino jubilar honra la memoria de esta patrona de Europa, de Italia y de Roma. Esta basílica es otra de las joyas llenas de arte e historia de la Ciudad Eterna. Sin ir más lejos, en este complejo terminó el proceso a Galileo Galilei.

5

Hildegarda de Bingen

Basílica de Santa Cecilia in Trastevere

Cruzando el Tíber, llegamos al popular barrio de Trastevere. Es un bullicioso domingo soleado de otoño y esta zona condensa tantos turistas que se hace complicado caminar por algunas de las angostas calles que la caracterizan. Pero más allá de las trattorias o heladerías, cruzando una calle, se descubre un Trastevere más tranquilo. Y al volver la esquina, aparece Santa Cecilia in Trastevere. La iglesia se construyó donde la santa fue martirizada en torno al 230 d. C. por querer convertirse al cristianismo. En 1599, cuando el cardenal Sfondrati hizo abrir la tumba, el cuerpo de santa Cecilia fue encontrado milagrosamente intacto, vestido de blanco y con heridas del martirio en el cuello. Así, el cardenal hizo esculpir una estatua de mármol que reprodujera la posición exacta en la que se encontró el cuerpo. El camino invita a recordar en esta iglesia a santa Hildegarda de Bingen. Cecilia e Hildegarda tienen en común su amor por la música, en la que reconocen una expresión artística con la que hablar de Dios y con Dios.

6

Teresa de Lisieux

Iglesia de Santissima Trinità dei Monti

La última etapa de este recorrido jubilar se acerca a la plaza de España, a una iglesia que mira desde la colina del Pincio. Es Santissima Trinità dei Monti, que corona la famosa escalinata de la plaza. Y aunque todo tenga mucha relación con nuestro país, lo cierto es que, tanto la escalinata como la iglesia, tienen bastante más relación con Francia. Tras el saqueo de Roma de 1527 y la parcial destrucción de la zona, fueron varios cardenales franceses los que financiaron la reconstrucción. Desde entonces, un vínculo une esta porción de Roma con Francia. Así, la iglesia de la Santissima Trinità dei Monti es una de las cinco iglesias católicas francófonas de la Ciudad Eterna. Por eso, el camino nos sugiere descansar en este templo en santa Teresa de Lisieux, carmelita francesa, doctora de la Iglesia y patrona de las misiones. 

Ángeles Conde  

Fuente: Eclessia