Una vida nueva
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| Dominicas de Lerma |
Hola, buenos días, hoy Lety nos lleva al Señor.
Que pases un feliz día.
El sábado es día de limpieza en el monasterio.
Tengo una mopa en la que puedes echarle un espray líquido para limpiar el suelo y te friega
directamente. La cuidaba con mucho cariño, pero el sábado se me rompió.
Me dio mucha pena porque le tenía mucho cariño y sobre todo me ha limpiado
muchos claustros. Me encontré con una hermana que me dijo que no me preocupara
que ella me daba una nueva. Así que me despedí de la antigua y cogí la nueva,
la verdad que es más moderna, pesa menos y sale mejor el agua.
Cuantas veces nos cuesta dejar atrás lo antiguo y mirar adelante. Cuando pasamos por un sufrimiento parece que nunca se
acabará. Le pedimos al Señor que acabe con ese sufrimiento, que lo solucione y
parece que el Señor no nos escucha y esto puede durar años… Pero llega un día
que todo se rompe y gracias a ello puede nacer algo nuevo. Porque si nos
aferramos a lo antiguo no damos la oportunidad al Señor de que nos sorprenda
con una fregona nueva. El aferrarnos a lo que tenemos nos incapacita para
descubrir lo nuevo.
Vemos a Jesús con sus discípulos que a cada
momento les descolocaba. Lo vemos en el discurso del pan de vida, ellos no
saben ni como interpretarlo Jesús les dice: “¿Vosotros también os queréis
marchar?” A lo cual contentan: “Tu solo tienes palabras de vida eterna”.
Ellos solo tenían unas redes y una barca, Jesús
les había dado una vida nueva. Pero esa vida nueva solo la descubrieron los
sencillos de corazón. Judas nunca entendió a Jesús. Quizás los demás apósteles
tampoco entendían mucho, pero se fiaron de Jesús. Confiaron en que Él todo lo
hace nuevo y de que hay que ser valientes para dejar atrás lo que no tiene
vida.
Hoy el reto del amor es dejar en manos del
Señor lo que no tiene vida y seguir caminando por el camino nuevo que el Señor
te regala. Confía que el Señor llega siempre, y algún día todo se acabará y será nuevo.
¡Feliz día!
30 abril 2024
Fuente: Dominicas de Lerma
