Transformar el corazón
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| Dominicas de Lerma |
Hola, buenos días, hoy Lety nos lleva al Señor.
Que pases un feliz día.
Para entrar en nuestra iglesia, tenemos que
pasar por una puerta más bien estrecha y subir un escalón de piedra. Esta
puerta la cruzamos al menos 16 veces al día.
El otro día, al salir, me di cuenta de que en
el escalón de piedra había un agujero del tamaño de un zapato. Así es, con el
paso de los años de tanto pisar la piedra se ha ido desgastando, pero solo
donde se pisa. Muchas hermanas han vivido en el monasterio a lo largo de siglos
y han cruzado esta puerta.
Miraba el escalón y pensaba cómo el roce ha
conseguido que algo tan duro se desgaste. Le decía al Señor que quiero que así
sea mi vida: que se desgaste poco a poco amándole cada día más.
¿Para qué es la vida? ¿Para guardárnosla o para
entregarla? La vida sin Cristo es muy complicada de entender. A veces es como
una piedra dura, donde el sufrimiento llama a nuestra puerta. Pero si lo
vivimos con Cristo, todo se va a ir transformando. No sabemos cómo, pero se
transforma.
Estos días son especiales, una oportunidad que
se nos regala para descubrir cómo una vida entregada por amor nos regala una
vida feliz. En Cristo encontraremos sentido donde no lo hay, paz en medio del
dolor, alegría y gozo en las cosas pequeñas.
Volvemos a recorrer este camino con Jesús año
tras año, y poco a poco nuestro corazón se va transformando de un corazón de
piedra a un corazón de carne. Jesús no se cansa de mostrarnos Su amor cada día,
y este amor es el que va a transformar nuestra vida. Pero somos nosotros
quienes podemos cansarnos o desanimarnos. Sin embargo, Él te dice: “Vamos
juntos a vivir estos días”.
Hoy, el reto del amor es leer el Evangelio del
día y orar con la Palabra que la iglesia nos regala.
VIVE DE CRISTO
¡Feliz día!
27 marzo 2024
Fuente:
Dominicas de Lerma
