El 1 de noviembre, la Iglesia Católica ha celebrado la Solemnidad de Todos los Santos, una fiesta donde damos gracias a Dios por abrirnos las puertas del Cielo y celebramos a los que alcanzaron la santidad.
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Imagen referencial. Crédito: Unsplash |
1.-
El hombre rico y Lázaro
Armstrong
recuerda que en una de las parábolas que narra Jesús había un hombre rico que,
al morir, llega al Infierno y pide a Abraham que interceda por él y que envíe a
Lázaro para que alivie su sufrimiento.
Al
señalar Abraham que no se puede cumplir este pedido, el hombre rico suplica que
mande a Lázaro a la tierra a advertir a sus cinco hermanos “que se arrepientan,
para no terminar en el mismo lugar”.
El escritor señaló que Jesús no podría enseñar un error doctrinal en una
parábola, y por ello en esta misma historia Abraham no afirma que la oración
pidiendo su ayuda esté incorrecta, sino que solamente rechaza interceder.
“Se
puede rezar a los humanos que ya partieron, y que tienen el poder (delegado por
Dios, usándolos como vasos o intermediarios) para cumplir con las peticiones:
en otras palabras, exactamente lo que la comunión católica de santos sostiene”,
agregó.
2.-
Saúl pide la intercesión del profeta Samuel
“Samuel
dijo a Saúl: ‘¿Por qué me perturbas evocándome?’ Respondió Saúl: ‘Estoy en gran
angustia; los filisteos mueven guerra contra mí, Dios se ha apartado de mí y ya
no me responde ni por los profetas ni en sueños. Te he llamado para que me
indiques lo que debo hacer’. Dijo Samuel: ‘¿Para qué me consultas si Yahveh se
ha separado de ti y se ha pasado a otro?’”, relata la Biblia.
Armstrong
señaló que Samuel no cuestiona la oración como “incorrecta y pecaminosa”, sino
que se niega a interceder porque sabía que “la solicitud de salvar a Saúl
estaba en contra de la voluntad expresa de Dios”.
“La
Biblia asume casualmente que grandes profetas como Moisés y Samuel estarían
orando por aquellos en la tierra después de su muerte”, agregó.
3.-
Pablo oró por los muertos
Armstrong recordó que en la segunda carta a Timoteo 1: 16-18 Pablo ora por
Onesíforo, para que Dios le conceda “encontrar misericordia”.
“Que
el Señor conceda misericordia a la familia de Onesíforo, pues me alivió muchas
veces y no se avergonzó de mis cadenas, sino que, en cuanto llegó a Roma, me
buscó solícitamente y me encontró. Concédale el Señor encontrar misericordia
ante el Señor aquel Día. Además, cuántos buenos servicios me prestó en Efeso,
tú lo sabes mejor”, expresa Pablo.
4.-
Jesús y Pedro oraron a los santos y por los muertos
Armstrong
recordó que en Hechos de los Apóstoles se muestra que Pedro habló con una
discípula que murió en Jope, Tabitha, a la que le dijo “Tabitha, levántate”,
demostrando que no hay “un muro impenetrable entre el cielo y la tierra”.
“Nuestro
Señor Jesús hace lo mismo con respecto a Lázaro. Ora por Lázaro (un hombre
muerto: Juan 11: 41-42) y luego le habla directamente (en efecto, ‘orando’ a
él): ‘Lázaro, sal fuera’ (Juan 11:43)”, agregó el autor.
Fuente: ACI