El Bautismo del Señor
(Ciclo A)
Buenos
días, hermanos, sed bienvenidos a la Celebración del Domingo.
Hoy
celebramos el Bautismo del Señor. Con esta fiesta concluimos las celebraciones
del tiempo de Navidad y de Epifanía, a la vez que iniciamos el tiempo
ordinario.
Con
el bautismo, Jesús recibe el don del Espíritu y su humanidad se prepara para
cumplir el plan de salvación que el Padre le ha encomendado. Esta salvación se
actualiza en cada Eucaristía.
Preparémonos
a celebrar con gozo el Banquete que el Señor nos prepara en su Cuerpo y en su
Sangre.
MONICIÓN A LAS LECTURAS
Nuestro
mundo parece reclamar un salvador.
Las
injusticias, el terrorismo, la pobreza, las rupturas familiares, el odio, el rencor…,
todo lo que amenaza la vida y el futuro del hombre parecen tener la última
palabra. En lo más profundo de nuestra alma sentimos que necesitamos que
alguien venga a salvarnos.
Dios
nos presenta a Jesús como Hijo suyo, aquel que viene a salvar el mundo.
¿Comprendemos cómo nos salva? ¿Aceptamos su modo de salvarnos?
Escuchemos
la Palabra de Dios, ella nos llevará a reconocer a Jesús como el Ungido de
Dios.
ORACIÓN DE LOS FIELES
A
cada suplica respondemos: ¡Señor, escúchanos!
-
Por el Papa, los obispos y por quienes tiene una responsabilidad pastoral en la
Iglesia, para que sirvan con caridad al Pueblo de Dios. OREMOS.
-
Por nuestros gobernantes, para que miren por el bien de los más pobres y en sus
decisiones políticas busquen la concordia de nuestro pueblo. OREMOS.
-
Por todos los bautizados, para que según la gracia que recibida en el Bautismo seamos
testimonio vivo del Evangelio. OREMOS.
-
Por los cristianos perseguidos, para que la fuerza del Espíritu les sostenga y nosotros
encontremos en ellos el estímulo para vivir con arrojo nuestra fe. OREMOS.
-
Por los que ha nacido como hijos de Dios en la Pila bautismal de nuestra
Parroquia, para que lleguen a reconocer la gracia recibida. OREMOS.
ORACIÓN FINAL
Gracias,
Padre bueno,
porque
nos has dado a tu Hijo, Jesús, como salvador;
Tú
hiciste descender sobre Él tu Espíritu
para
que cumpliera tu plan de redención.
Señor,
aunque no lo reconoce,
la
humanidad necesita que tu Hijo la rescate;
aunque
pretende ser autosuficiente,
necesita
abrirse a la gracia que viene de Él.
Padre
Dios, nosotros reconocemos a Jesús,
como
nuestro Salvador y Señor;
te
damos gracias, porque cuentas con nosotros
para
ser testigos de su entrega de amor.
Te
pedimos, que nos ayudes a acoger
la
gracia del Bautismo,
que
sea ella la que nos haga superar nuestros miedos;
la
que nos dé la valentía
para
afrontar la increencia que nos rodea;
y
nos otorgue el amor necesario
para
llevar a los hombres hacia Ti.
Padre
bueno,
gracias
por reconocernos como hijos tuyos.
Ayúdanos
a permanecer unidos a Jesús.
Amén.