Las pastorelas son una bellísima, tierna e ingenua representación escénica, de marco festivo y alegre, que refiere acontecimientos previos a la venida de Jesús y termina con el esplendor inocente del pesebre y la adoración de los pastores
Preparar con alegría y oración nuestro corazón para la venida de Jesucristo. Recordar y vivir los momentos que pasaron José y María antes del nacimiento de Jesús.
Las piñatas y los aguinaldos
Las piñatas tienen su origen en China, donde en primavera, al inicio del año chino, se llevaba a cabo una ceremonia en la cual los chinos elaboraban con papel la figura de un buey, la cubrían con papeles de colores y le colgaban algunos adornos con motivos agrícolas.
Los colores de la figura simbolizaban las condiciones en que se desarrollaría
el año con respecto a la agricultura. Se rellenaban con cinco clases de
semillas que caían cuando los mandarines le pegaban a la piñata con varas de
diferentes colores. Cuando ya estaba vacía, se quemaba y la gente trataba de
obtener parte de las cenizas considerando que daba buena suerte para todo el
año.
Al pasar esta costumbre a Europa, en Italia la utilizaron para las fiestas de
Cuaresma, dándole un sentido religioso:
La piñata está hecha con una olla de barro cubierta con papel de colores
brillantes y representa al demonio, que suele presentar al mal como algo
llamativo para que cautive al hombre y caiga en la tentación.
La piñata clásica tiene siete picos que representan a los siete pecados
capitales: soberbia, avaricia, lujuria, ira, gula, envidia y pereza.
El hombre que le pega a la piñata representa la fe que debe ser ciega, por eso
lleva una venda en los ojos. Con la ayuda de Dios, se destruye al mal y así se
descubren los frutos que hay dentro de la piñata y se dejan caer las gracias de
Dios.
El palo con que se le pega a la piñata representa a la fuerza de la virtud que
rompe con los falsos y engañosos deleites del mundo. Las virtudes que hay que
cultivar para vencer los pecados capitales son: contra la soberbia, la
humildad; contra la avaricia, la magnanimidad; contra la ira, la paciencia;
contra la envidia, la generosidad; contra la lujuria, la castidad; contra la
gula, la templanza; contra la pereza, la diligencia.
El relleno de la piñata es símbolo del amor de Dios porque al romper con el
mal, se obtienen los bienes anhelados; es símbolo de esperanza porque todos ven
hacia arriba, con los ojos puestos en el cielo que es de donde vendrá el premio
celestial
De Italia, la costumbre de romper piñatas en Cuaresma llegó a España y los
españoles organizaron una fiesta el primer domingo de cuaresma. a la que
llamaron “Baile de la piñata”. Romper la piñata al inicio de la Cuaresma,
simbolizaba el deseo de acabar con el mal en la propia vida, la conversión del
corazón para volver a Dios y recibir los bienes eternos.
A principios del siglo XVI, esta tradición era desconocida en América. Sin
embargo, en México, los indios mayas, que gustaban mucho del deporte, tenían un
juego en el que trataban de romper con los ojos vendados una olla de barro
llena de chocolate que se balanceaba detenida de una cuerda. A los frailes
evangelizadores se les ocurrió que serviría de catequesis el dar un sentido
religioso al juego de la olla, enseñándoles el significado religioso de las
piñatas y promoviendo que se rompieran durante el tiempo de adviento como un
complemento a las fiestas de las posadas y con el mismo sentido de conversión
que le daban los europeos.
Los aguinaldos son bolsitas o canastas con dulces y galletas que se entregan a
las personas que, por su edad o por su salud, no pueden acercarse a recoger los
dulces y las frutas de las piñatas. La idea de que nadie se quede sin recibir
los beneficios de la piñata y sin participar de la alegría de la fiesta.
Las pastorelas
En el siglo XVI, en Italia, Torcuato Taso dio a conocer el género teatral
“fábula pastoril” que era una pastorela o villancico escenificado. La palabra
pastorela viene del italiano “pastorella”, que en español significa
pastorcilla.
En México, los mayas y los aztecas, hacían representaciones dramáticas de
diferente tipos: cacerías, hombres disfrazados de animales, curaciones
importantes, etc. Estas representaciones tenían un carácter religioso y se
llevaban a cabo frente a los templos de sus dioses. Los misioneros aprovecharon
las inquietudes teatrales y religiosas del pueblo para evangelizarlos,
suplantando poco a poco sus ritos paganos por las pastorelas.
El inicio formal de las pastorelas, según algunos historiadores, fue en 1527 en
Cuernavaca con “La comedia de los reyes”. En 1530, se escenificó “La Natividad
Gozosa de nuestro Salvador”. Poco a poco, se comenzó a escenificar el
peregrinar de José y de la virgen María y se fueron incorporando las aventuras
de los pastores y las tentaciones que lograron vencer para llegar a Jesús. En
las pastorelas se ve claramente la lucha entre el bien y el mal.
Las pastorelas son una bellísima, tierna e ingenua representación escénica, de
marco festivo y alegre, que refiere acontecimientos previos a la venida de
Jesús y termina con el esplendor inocente del pesebre y la adoración de los
pastores. En ésta se mezclan personajes divinos y humanos donde el destino
eterno de los hombres ocupa el papel central de la trama.
Los personajes centrales son Dios, la Virgen y los pastores que acuden a adorar al niño Jesús en la gruta de Belén. Las pastorelas son jocosas y alegres, presentan al diablo ridiculizándolo y terminan siempre con su derrota, con el triunfo del bien sobre el mal. Se trata de despertar en los oyentes los más nobles sentimientos de amor, dando una moraleja y un mensaje de tipo religioso donde se exalta la fe cristiana.
Los personajes centrales son Dios, la Virgen y los pastores que acuden a adorar al niño Jesús en la gruta de Belén. Las pastorelas son jocosas y alegres, presentan al diablo ridiculizándolo y terminan siempre con su derrota, con el triunfo del bien sobre el mal. Se trata de despertar en los oyentes los más nobles sentimientos de amor, dando una moraleja y un mensaje de tipo religioso donde se exalta la fe cristiana.
Por: Tere Fernández