En declaraciones a Aci Stampa,
Müller señala que muchos países tienen supeditadas las ayudas al desarrollo
siempre y cuando acepten los postulados del lobby LGTB. «Los Estados y la
sociedad en América Latina, al igual que en Europa y en América del Norte, se
encuentran bajo la presión de un nuevo totalitarismo ideológico que
se quiere imponer a todos los países, condicionando la ayuda para el desarrollo
en función de la aceptación de sus postulados».
Uno de los puntos que destaca
el Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe se refiere
a las diferencias con que esta ideología se aplica en cada país: «En Europa se
desarrolló mejor la democracia. En América Latina, en cambio, un presidente
está considerado casi como un ídolo destinado a resolver todos los problemas».
Y prosigue: «Es necesario ofrecer
formación a la sociedad. Se necesitan personas capaces de interesarse por
el bien común, no sólo por sus clientes», sostiene.
En contraste, el purpurado alemán
cree que «incluso en Occidente, a veces el clientelismo impide un buen
desarrollo de la sociedad y la adecuada relación con el Estado». Por ello
asegura que «es importante insistir en que no se puede identificar al
Estado con la sociedad. Si esto sucede, significa que se está desarrollando un
nuevo totalitarismo», señala.
Asimismo el cardenal también mira de
puertas hacia dentro en la tarea de luchar contra la ideología de género.
«Corresponde a los obispos y, sobre todo, al Papa, que tiene una
misión específica a favor de la unidad y salvaguarda de la fe,
pero que también es el intérprete supremo de la ley moral natural,
denunciar amenazas como la ideología de género».
Fuente: Aci Stampa/InfoCatólica