Este 13 de julio la Iglesia Católica celebra al emperador San Enrique II, quien alcanzó la santidad junto a su esposa. Este santo es considerado patrono de los matrimonios que no pueden tener hijos por una elección de amor.
San Enrique II y su esposa Santa Cunegunda sosteniedo a la Iglesia Crédito: Dominio Público - Wikimedia Commons |
Llegó
a ser emperador del Sacro Imperio Romano Germánico y junto a su esposa impulsó
la cristiandad. La BAC indica que el santo fue “un verdadero padre para sus
súbditos”. No obstante, nunca tuvo hijos propios con la emperatriz.
En el libro Leyenda Dorada o Leyenda áurea, del Beato
Santiago de la Vorágine, se narra una tradición en la que la santa habría
hecho un voto de virginidad antes de casarse. Promesa que supuestamente mantuvo
luego del casamiento, en acuerdo con su esposo.
Por su parte la Enciclopedia Católica señala que esta
leyenda es cuestionable y que este matrimonio virginal “no tiene ciertamente de
hecho ninguna base”.
Vatican News indica que hay autores como Rodolfo Glabro, un
gran cronista del Medioevo, que consideran que la razón por la que no tuvieron
hijos fue la esterilidad. Además, da a conocer que en ese entonces, cuando se
presentaban estos casos, era común repudiar a la mujer o tener hijos
ilegítimos.
Sin embargo,
San Enrique no despreció a su esposa, sino que la respetó y la eligió hasta el
final como su fiel compañera. “Una elección que testimonia, sin lugar a dudas,
un profundo respeto por el Sacramento del matrimonio y amor por su esposa”,
puntualiza.
El Beato
Santiago de la Vorágine cuenta que antes de morir, San Enrique llamó a sus
suegros, a algunos que tenían importantes cargos en la corte y les suplicó que
cuidaran a su mujer.
Luego, tomó la mano
de Santa Cunegunda y ratificó el honor a su esposa: “Vosotros y Jesucristo un
día me disteis por cónyuge a esta mujer; pues bien, a vosotros y a Nuestro
Señor Jesucristo devuélvola hoy tal como me la entregasteis: con su virginidad
intacta”.
Santa Cunegunda
no se volvió a casar y se entregó por completo al Señor como monja en un
convento de religiosas benedictinas. Después de hacer muchas obras de caridad
partió a la Casa del Padre. Ambos santos están enterrados juntos en
la catedral de Bamberg.
Por Abel
Camasca
Fuente: ACI