Línea
de confianza
Hola,
buenos días, hoy Sión nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
El
otro día estaba pintando un san José. Para hacerlo más colorido y darle un
toque hebreo, me lancé hacerle el manto rayado.
Marrón
arena, verde oliva, blanco puro... ¡¡sí, intuía que aquello iba a ser un
acierto!!
Y,
bueno, en cuanto a colores, es verdad que quedaba bonito. Pero, ¿sabes lo
difícil que es trazar una línea recta a pincel? Ahora se me iba hacia arriba y
cuando no acababa en el sótano...
Lo
peor es que no se trataba de una rayita de nada. En un manto caben muuuchas
rayas. Y deben ser paralelas, claro. Artísticamente, queda precioso. Pero la
artista moría en el intento.
Yo
creo que sor Matilde se dio cuenta de que ya estaba sudando sangre, y, de
pronto, comentó:
-¿Quieres
un truco para hacer líneas rectas? No debes mirar la punta del pincel, pues te
torcerás. Los ojos tienen que ir un poquito por delante, ¡y la mano hará el
resto de forma automática!
Admito
que eso de ir “sin mirar el pincel” al principio me daba un poco de vértigo,
¡pero resulta que funciona!
Así
el Señor me ha hecho descubrir que, la mejor línea recta, ¡es la que se dibuja
en confianza!
Parece
que tener todo controlado da mucha seguridad, pero, ¡es imposible mantener
todos los detalles bajo control! El pincel sube, baja...
Nuestros
ojos deben ir un poquito más allá; es decir, ser capaces de ver que, en medio
de cada circunstancia que vivimos, en los imprevistos y cambios, está
Jesucristo. Nuestros ojos pueden quedarse en la realidad inmediata, o pueden
descubrir la Realidad más auténtica; ¡solo hay que mirar un poco más allá!
Y,
efectivamente, para vivir así, es cuestión de confianza. Muchas veces no ves ni
raya, ni pincel... pero basta la certeza de que Cristo está contigo, cuidando
tu camino, ¡y las manos siguen dibujando con amor automáticamente!
Hoy
el reto del amor es “ser un lápiz (o pincel) en las manos del Señor”. Pídele a
Cristo poder ser Su instrumento al menos una vez a lo largo del día. Eso sí, no
esperes una recta, ¡Cristo es creativo y sorprendente! Si estás dispuesto a
seguirle, no hará una línea, ¡sino un dibujo completo! ¡Feliz día!
VIVE
DE CRISTO
Fuente:
Dominicas de Lerma