En Cuba el primer grupo de Infancia y Adolescencia Misionera (IAM)
surgió en 1991 en una parroquia de Camagüey. Al año siguiente se animaron otras
parroquias y paulatinamente se fue propagando esta labor
Niñas de la Infancia y Adolescencia Misionera de Cuba.
Crédito: Facebook Reyner Castro
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Jesucristo y la Virgen
también fueron niños como ustedes, expresó el Arzobispo de Camagüey, Mons.
Wilfredo Pino, a los participantes del VIII Congreso de la Infancia y Adolescencia
Misionera de Cuba realizado en esta arquidiócesis del 20 al 22 de agosto.
El Prelado celebró ayer jueves la Misa con la que culminó el
congreso que reunió a unos 315 participantes, entre niños, adolescentes y
asesores con el lema “Somos bautizados y Jesús nos ha enviado”.
El evento también contó con
la presencia de la hermana Roberta Tremarelli, Secretaria General de la
Infancia y Adolescencia Misionera (IAM), que llegó a la isla directamente desde
Roma; y de Enrique Cabrera, Secretario Nacional de la Infancia y Adolescencia
Misionera de Cuba.
En su homilía, Mons. Pino recordó a los pequeños misioneros
cubanos que “Jesucristo fue un niño como ustedes” que “nació de una mujer como
nacieron ustedes”. “La Virgen María, la primera discípula, la primera
misionera, también fue niña como ustedes”, añadió desde la Catedral de
Camagüey.
Y si bien “la mujer más grande de la historia” no sabía leer ni a escribir
porque en su pueblo “no se les enseñaba a leer a las mujeres”, eso “no es lo
más importante”; sino la decisión de Dios de elegirla como Madre del Salvador y
la voluntad de María de decir “sí”.
“Dios escogió a María y esa
es la grandeza. En la época de la Virgen había pueblos mucho más importantes
(…) y sin embargo Dios se fijó en esta muchachita para que fuera la madre de su
hijo Jesucristo (…) y la respuesta de la Virgen fue ‘yo soy la esclava del
Señor, hágase en mí tu palabra’”, señaló.
Luego, el Prelado recordó que en la Cruz, Jesús decidió entregar a
María como madre del discípulo Juan –y con ello de la humanidad–, y a Juan como
hijo de la Virgen. “Así que ninguno de nosotros es huérfano. Todos tenemos a
una madre que ve por nosotros”, afirmó el Arzobispo de Camagüey.
En ese sentido, el Mons. Pino recordó a los pequeños misioneros
que María también está presente en Cuba a través de la advocación de la Virgen
de la Caridad del Cobre. “Les invitó a encomendarse siempre a la Virgen María”,
los alentó.
En Cuba el primer grupo de
Infancia y Adolescencia Misionera (IAM) surgió en 1991 en una parroquia de Camagüey.
Al año siguiente se animaron otras parroquias y paulatinamente se fue
propagando esta labor.
La Infancia Misionera de Cuba fue reconocida por las Obras Misionales
Pontificias en Roma y oficializada su incorporación en 1993.
En ese sentido, en el 2018 se
cumplieron los 25 años de esta incorporación oficial. Sin embargo, debido a que
el año pasado no se pudo celebrar el congreso nacional, los responsables de la
IAM en Cuba decidieron conmemorar dicho aniversario en el congreso de este
2019.
Paralelo al VIII Congreso
Nacional de la IAM de Cuba, se realizará en Camagüey la reunión de los
directores de las Obras Misionales Pontificias de Centroamérica y el Caribe.
Cabrera explicó a ACI Prensa
que concluido el Congreso Nacional en Camagüey, “se viajara a la parte oriental
del país para estas reuniones en el Cobre, en el santuario de Reina de Cuba, la
Virgen de la Caridad”.
“En la misma fecha 23 al 25,
se realizarán dos reuniones una de los directores de OMP y otra de los
Secretarios de IAM”, señaló.
Fuente: ACI