Todo
es gracia
Hola,
buenos días, hoy Lety nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
El
otro día, al salir de la capilla, me encontré a las novicias pasándoselo genial
con el reloj de pared. No entendía qué ocurría y me acerqué.
El
reloj de la capilla es de los que hacen “tic-tac”, da todas las horas, tiene
dos pesas y un gran péndulo dorado que continuamente se balancea (y es el que
hace que el reloj funcione).
Hasta
ahora, cuando pasaba delante del reloj, te tengo que reconocer que veía que el
péndulo, de gran tamaño, refleja a quien se pone delante, pero nunca me había
parado a mirarme. Ayer, con las novicias, me uní a su expedición. No podían
parar de reírse y, al acercarme, comprobé que el péndulo tiene algo de volumen;
no es liso, sino un poco redondeado, y, claro, mirarte en él no es como mirarte
en un espejo. Es verdad que te reflejas, pero deforma tu imagen. Y la deforma
para mal. Las novicias me hicieron mirarme, ¡y además me hicieron una foto! Qué
buen rato pasamos...
Al
subir al Noviciado, me preguntaba: “¿Dónde me miro yo para ver reflejada mi
vida?”
Porque
muchas veces obramos por comparación, en función de dónde nos reflejamos, así
luego actuamos.
Por
eso es tan esencial nuestra referencia, porque según dónde nos miremos, así
vamos a obrar. La comparación es un arma de doble filo. Puede ser un aliciente en tu vida o una fuente de sufrimiento, pero no podemos evitarla. La realidad
es que obramos según la referencia que tenemos: como nos han amado, así amamos;
como nos han perdonado, así perdonamos....
Por
eso es tan importante que nuestra referencia sea Cristo. La oración no es algo
secundario en nuestra vida, la oración es esencial. Sin ella es muy difícil ser
feliz, porque lo que haces en la oración es “mirarte en Cristo”, dejar que
Cristo te dé sus sentimientos.
En
cada rato que pasas en su Presencia, te dejas amar por Jesús, y su amor es el
que te capacita para que luego puedas amar; te dejas levantar y perdonar por
Jesús, y así luego tú puedes perdonar y dar la mano. Todo lo recibimos de Él
para luego darlo. Todo es Gracia. Mientras no lo recibas de Cristo, lo que des
será muy poco.
Hoy
el reto del amor es dejar que la Gracia preceda a las obras. Que te pares un
ratito a estar con Jesús, que te mires en Él, que le pidas por aquello que está
atascado o deformado en tu corazón. Te invito a que hoy Le preguntes: “Jesús,
¿tú qué harías con esta situación?” Deja el día en Sus manos, experimenta que
Él te guía. Y no olvides preguntarle a Él.
VIVE
DE CRISTO
Enlace
para solicitar el calendario “VIVE DE CRISTO 2019”:
Fuente:
Dominicas de Lerma