¡Tengan hijos!”, fue el mensaje del Papa Francisco para los esposos, en sus palabras previas al rezo del Ángelus dominical en la Plaza de San Pedro del Vaticano. Y subrayó que en el matrimonio “es esencial estar abiertos al don de la vida”.
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Papa Francisco. Crédito: Vatican Media. Dominio público |
“Quisieran arrastrarlo en una polémica, pero Él no lo permite,
es más, aprovecha la ocasión para llamar su atención sobre un discurso más importante:
el valor del amor entre el hombre y la mujer en el plan de Dios”, dijo.
El Papa señaló que, en una época en la que “la mujer en el
matrimonio estaba en gran desventaja respecto a la del hombre”, Jesús “les
recuerda que el Creador quiso que mujer y hombre fueran iguales en la dignidad
y complementarios en la diversidad, para poder ser el uno para el otro una
ayuda, compañía, pero al mismo tiempo un estímulo y un desafío para crecer”.
La entrega de los esposos debe ser “sin
‘medias tintas’”
El Señor, añadió el Papa, resalta la necesidad de que la entrega
de los esposos “sea plena” y “sin ‘medias tintas’”.
Esta
entrega mutua, precisó, está “destinada a durar no ‘hasta que me apetezca’,
sino para siempre, acogiéndose de manera recíproca y viviendo unidos como ‘una
sola carne’”.
“Esto
no es fácil, esto requiere fidelidad, también en las dificultades, respeto,
sinceridad, sencillez”, dijo, señalando que también “requiere estar abiertos a
la confrontación, a veces a la discusión, cuando sea necesario, pero siempre
dispuestos para el perdón y para la reconciliación”.
“Y
recomiendo: ¡reconcíliense siempre, entre marido y mujer, después de los
momentos de discusión, siempre, antes de ir a dormir! Marido y mujer: discutan
todo lo que quieran, siempre que hagan las paces antes de que termine el día.
¿Saben por qué? Porque la guerra fría al día siguiente es peligrosa. ‘Y dígame,
Papa, ¿cómo se hace la paz?’. - ‘Sólo con una caricia, así’, pero nunca llegues
al final del día sin hacer las paces”.
“¡Tengan hijos!”
A continuación, el Papa Francisco alentó a los esposos a estar “abiertos
a la vida, aquello que Dios te manda”, pues “para los esposos es esencial estar
abiertos al don de la vida, de los hijos, que son el fruto más hermoso del
amor, la bendición más grande de Dios, fuente de alegría y de esperanza para
cada hogar y para toda la sociedad”.
“¡Tengan hijos!”, alentó, para a continuación recordar que “ayer
tuve un gran consuelo porque era el día de la Gendarmería [del Vaticano] y vino
un gendarme con sus ocho hijos. Era hermosísimo verlo”.
El
Santo Padre resaltó luego que “el amor es exigente, sí, pero es hermoso y
cuanto más nos dejamos implicar más descubrimos en él la verdadera felicidad”.
“Preguntémonos
entonces: ¿Cómo es nuestro amor? ¿Es fiel? ¿Es generoso? ¿Cómo son nuestras
familias: están abiertas a la vida, al don de los hijos?”, expresó, pidiendo al
final de su mensaje que “la Virgen María ayude a los esposos cristianos”.
Por David Ramos
Fuente:
ACI
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