EL PAPA INVOCA A SAN JOSÉ PARA QUE PROTEJA ITALIA FRENTE A LA PANDEMIA

El Papa Francisco se unió espiritualmente a cuantos, a las 9.00 pm de ayer recitaron el Rosario uniéndose a la invitación de los obispos italianos ante la emergencia del Coronavirus 

Mediante un video-mensaje, el Papa exhorta a todos a la esperanza y al ejercicio de la proximidad en familia, a través de la comprensión, la paciencia y el perdón. Invoca demás a San José, para que proteja Italia.

Después de la que Conferencia Episcopal Italiana promoviera un momento de oración por todo el país, invitando a todas las familias, a todos los fieles, a todas las comunidades religiosas a rezar el Rosario (Misterios de la luz) en casa, simbólicamente unidos al mismo tiempo: a las 9.00 pm de hoy, Solemnidad de San José, Custodio de la Sagrada Familia, el Papa Francisco ha enviado un video-mensaje en el que pide que nos ayudemos a mantenernos firmes en lo que realmente importa:

“Queridos hermanos y hermanas, me uno a la oración que la Conferencia Episcopal ha querido promover, como un signo de unidad para todo el país. En esta situación sin precedentes, en la que todo parece fallar, ayudémonos a mantenernos firmes en lo que realmente importa. Es una indicación del camino que encuentro en muchas cartas de sus pastores que, al compartir un momento tan dramático, intentan sostener son su palabra vuestra esperanza y vuestra fe”.

El Rosario, la oración de los humildes y los santos   

Francisco además, asegura que la oración del Rosario es la oración de los humildes y de los santos. También recuerda que debemos hacer que esta experiencia que estamos viviendo a causa del coronavirus nos acerque más a nuestros seres queridos:

"La oración del Rosario es la oración de los humildes y de los santos que, en sus misterios, contemplan con María la vida de Jesús, el rostro misericordioso del Padre. ¡Y cuánta necesidad tenemos todos de ser verdaderamente consolados para sentirnos envueltos por su presencia de amor! La verdad de esta experiencia se mide en la relación con los otros, que en este momento coinciden con los familiares más cercanos: acerquémonos unos a otros, ejerciendo ante todo caridad, comprensión, paciencia, perdón. Por necesidad, nuestros espacios pueden haberse reducido a las paredes de la casa, pero tengan un corazón más grande, donde el otro pueda encontrar siempre disponibilidad y acogida".

Esta noche (por ayer) recemos a San José 

El Papa, después, pide que esta noche recemos unidos al esposo de María, Custodio de la Sagrada Familia y de la nuestra:

“Esta noche recemos unidos, encomendándonos a la intercesión de San José, Custodio de la Sagrada Familia, Custodio de cada una de nuestras familias. También el carpintero de Nazaret experimentó la precariedad y la amargura, la preocupación por el mañana; pero ha sabido caminar en la oscuridad de ciertos momentos, dejándose guiar siempre sin reservas por la voluntad de Dios.”

La invocación del Papa a San José 

El mensaje del Papa continúa con una sentida súplica al esposo de María, por quien hoy la Iglesia celebra su Solemnidad. Estas son sus palabras:

Protege, Santo Custorio, este país nuestro.
Ilumina a los responsables del bien común, para que ellos sepan - como tú - cuidar a las personas a quienes se les confía su responsabilidad.
Da la inteligencia de la ciencia a quienes buscan los medios adecuados para la salud y el bienestar físico de los hermanos.
Apoya a quienes se sacrifican por los necesitados: los voluntarios, enfermeros, médicos, que están a la vanguardia del tratamiento de los enfermos, incluso a costa de su propia seguridad.
Bendice, San José, la Iglesia: a partir de sus ministros, conviértela en un signo e instrumento de tu luz y tu bondad.
Acompaña, San José, a las familias: con tu silencio de oración, construye armonía entre padres e hijos, especialmente en los más pequeños.
Preserva a los ancianos de la soledad: asegura que ninguno sea dejado en la desesperación por el abandono y el desánimo.
Consuela a los más frágiles, alienta a los que flaquean, intercede por los pobres.
Con la Virgen Madre, suplica al Señor que libere al mundo de cualquier forma de pandemia.
Amén.


Ciudad del Vaticano

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