“Desde
los tiempos de Hipócrates (450 a.C.) la misión de los médicos ha sido defender
y cuidar la vida desde su origen hasta su final”, destacó el doctor Martínez
Sellés
Imagen referencial. Crédito: Pixabay |
El
pasado 13 de febrero tuvo lugar el III Congreso de Bioética, organizado por el
Instituto de Humanidades Ángel Ayala en la Universidad San Pablo CEU de Madrid
(España), en donde subrayaron el peligro de una “pendiente resbaladiza” ante la
posible legalización de la eutanasia en España.
La
celebración de este congreso coincidió con la discusión en el Congreso de los
Diputados del inicio de la tramitación de la denominada ‘Ley de la eutanasia’.
Entre
los temas que se trataron en el Congreso se explicó la confusión existente en
la actualidad con la denominada “muerte digna” y el peligro evidente de la
“pendiente deslizable”, también llamada pendiente resbaladiza, que se ha
observado en Holanda, en donde en un primer momento se despenalizó la eutanasia
para tratar enfermedades incurables; posteriormente se autorizó el empleo de la
eutanasia en caso de enfermedades crónicas con dolor intratable; después se
abrió a pacientes con enfermedades mentales, u actualmente se está contemplando
la autorización en personas sanas mayores de 70 años que lo soliciten, aunque
no se cumpla ninguno de los requisitos contemplados anteriormente.
Según
destacan en una nota de prensa, durante el desarrollo del congreso también se
destacó que el debate actual no es propiamente planteado como una cuestión
médica, sino más bien ideológica, con una profunda raíz antropológica. En
la dificultad de encontrar un sentido al sufrimiento y la enfermedad y de
integrarlo en el recorrido vital de las personas. Esta carencia, sin duda,
tiene repercusiones importantes en el modo de entender las relaciones sociales
y las políticas, supuestamente sanitarias, pues acabar con la vida de una
persona no es cuidar ni curar.
Además
subrayaron que la experiencia clínica demuestra suficientemente que, para las
situaciones de sufrimiento insoportable, la solución no es la eutanasia, sino
la atención adecuada, humana y profesional, y a este fin se dirigen los
cuidados paliativos.
Sin
embargo, según el Atlas de Cuidados Paliativos en Europa, los recursos
destinados en este sentido en España son muy limitados.
Mª
Caridad Jorquera, matrona del Hospital Universitario de La Paz, explicó los
cuidados paliativos perinatales y la atención a la muerte perinatal y recordó
que “una vida breve no tiene porqué ser mala” y la verdadera humanización de la
salud es “dar cuidados más humanos, centrarnos en las familias”.
También
intervino Manuel Martínez Sellés, catedrático de Medicina y Jefe de Cardiología
del Hospital Gregorio Marañón, Madrid (España) que recordó que la dignidad es
algo intrínseco a todo ser humano y que la percepción que las personas enfermas
tienen de su dignidad depende en gran medida de cómo son tratadas.
“Desde
los tiempos de Hipócrates (450 a.C.) la misión de los médicos ha sido defender
y cuidar la vida desde su origen hasta su final”, destacó el doctor Martínez
Sellés e insistió en que la Asociación Médica Mundial ha reiterado su firme
oposición al suicidio con ayuda médica y a la eutanasia, ya que constituye una
práctica de la medicina contraria a la ética.
El
doctor Ángel José Sastre Beceiro, subrayó la importancia de la humanización en
la medicina, especialmente en la relación médico-paciente y en cuidar esa
confianza, así como en saber comunicar malas noticias, acompañar al paciente, y
hacerle más agradable su estancia en el hospital, así como de la “mal entendida
autonomía del paciente”.
Fuente:
ACI Prensa