El Papa Francisco advirtió
hoy que la trata de personas es un "problema grave", y señaló que si
un joven tiene la "costumbre" de pagar por sexo es "un
criminal" y tortura a la mujer.
El Papa durante el diálogo con los jóvenes. Foto: Daniel Ibáñez / ACI Prensa |
"Si
un joven tiene esta costumbre, es un criminal. Quien hace esto es un criminal.
Esto no es hacer el amor, esto es torturar a una mujer”, dijo.
El
Santo Padre realizó esta afirmación en sus respuestas a algunas preguntas de
los jóvenes que participan, desde este lunes 19 de marzo, en la reunión
pre-sinodal del Sínodo de los Obispos sobre los jóvenes que se celebrará en el
próximo mes de octubre.
En
un diálogo abierto y cercano, el Santo Padre contestó a las inquietudes que le
presentaron diferentes jóvenes, y que versaron sobre la lacra de la trata de
personas, el discernimiento vocacional, la educación, el sacerdocio y la vida
consagrada
Víctimas de la trata
La
primera pregunta se la planteó una mujer nigeriana víctima de la trata de
personas y de la explotación sexual. Francisco mostró su horror por esta
realidad, por esta “esclavitud de hoy”.
Contó
cómo en una visita a una casa de acogida de mujeres que habían sido liberadas
le narraban cómo eran sometidas a torturas, amenazas y violencia si intentaban
resistirse. Muchas vienen de África o de Europa del Este engañadas con una
falsa oferta de empleo.
Además,
reflejó su escándalo por el hecho de que muchas de las personas que explotan a
estas mujeres o acuden como “clientes”, son personas bautizadas. “Creo que aquí
en Italia, el 90% de los ‘clientes’ son bautizados, son católicos. Y pienso en
el asco que deben sentir estas mujeres cuando estos hombres les hacen hacer
cualquier cosa”.
El
Papa fue muy claro y aseguró que la esclavitud sexual “es un crimen contra la
humanidad, un delito contra la humanidad, y nace de una mentalidad enferma…”
Discernimiento
En
respuesta a otra pregunta de un joven estudiante francés no bautizado que
aseguró encontrarse en un momento de discernimiento para descubrir su vocación
en la vida, el Santo Padre aseguró que con solo plantearse la pregunta ya había
dado un gran paso.
Francisco
aseguró que “todos nosotros tenemos necesidad de discernimiento”. En este
sentido, lamentó que “muchas comunidades eclesiales no saben hacerlo, y falta
esa capacidad de discernimiento”.
“En
la vida, siempre hace falta, en primer lugar, tener la valentía de hablar las
cosas que tienes. Pero no todas las cosas se pueden hablar con todo el mundo,
busca a alguien con quien tengas confianza. Alguien que no se asuste de nada,
que sepa escuchar, y que tenga el don del Señor de decir la palabra justa en el
momento justo, y deja que él sea interpelado por tu inquietud, y déjate
interpelar por él”.
Subrayó
la importancia del discernimiento, porque “cuando un joven no encuentra ese
camino de discernimiento, no sólo vocacional, de cualquier aspecto, se cerrará
mal, y eso es provocará un tumor en el alma. Un peso que te quita la libertad.
Es importarle abrirlo todo. No maquillar el sentimiento, no mimetizar el
sentimiento”.
Y
añadió que “el proceso de discernimiento dura toda la vida. Deja sacar fuera el
sentimiento, no anestesiarlo, no disminuirlo”.
Educación
La
tercera pregunta la realizó una joven profesora argentina miembro de Scholas
Occurrentes, que lamentó que en ocasiones se educa en verdades construidas
desde la razón que debilitan el sentido de trascendencia.
El
Santo Padre reconoció esa realidad y habló de “estructuras escolares donde se
crece mucho en conocimientos, pero donde se pierde la capacidad de asombrarse,
la capacidad de estupor”.
Aseguró
que este problema “es una herencia educativa del iluminismo, que hoy se la
critica mucho. De hecho, la experiencia de Scholas llegó a revertir esta
tendencia en muchos lugares”.
Frente
a ese modelo de escuela herencia del iluminismo, el Papa propuso tres pautas.
“En primer lugar, aprender a pensar bien, no solo aprender cosas, sino buscar
con el pensamiento, hacer el lenguaje del corazón”.
“En
segundo lugar, el lenguaje del corazón, aprender a sentir bien. Ahí está el
problema del bullying, que es un problema de no saber sentir bien. Educar el
sentimiento, y esto no es tan común en las escuelas herederas del iluminismo.
En tercer lugar, el lenguaje de las manos, hacer, ser artesanos y creadores”.
Preparación para el
sacerdocio
La
cuarta pregunta al Papa la formuló un joven seminarista ucraniano. En su
respuesta, Francisco afirmó que el sacerdote debe ser testigo de Cristo, porque
“el sacerdote que no es testigo de Cristo, hace mucho mal. Se equivoca,
desorienta a la gente…, hace mal”.
En
este sentido, subrayó la importancia de que el sacerdote de testimonio en una
comunidad que también de testimonio, porque “de lo contrario, el sacerdote
estará afectivamente solo en una comunidad que no lo acompaña, que sólo lo
quiere como sacerdote funcional”.
En
la última pregunta, formulada por una religiosa de origen chino, el Pontífice
explicó que “la verdadera formación religiosa en la vida consagrada debe tener
cuatro pilares: formación en la vida espiritual, formación en la vida
intelectual, formación en la vida comunitaria y formación en la vida
apostólica”.
Y
afirmó que “esto también es válido para los laicos. Es importante educar en
toda la potencialidad sin anular, sin sobre-proteger, porque uno se convierte
en psicológicamente inmaduro”.
Fuente:
ACI Prensa