Todas las parroquias de la diócesis madrileña invitarán a los padres que llevan a bautizar a sus hijos a acudir a una propuesta de evangelización en el caso de que no haya garantías de que vayan a educarlos en la fe
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| La familia de Gema y Javier al completo en el bautizo de Álex. Foto cedida por Gema Belinchón |
A Gema y Javier
la fe se la transmitieron, de alguna manera, sus hijos pequeños. «Nosotros
teníamos una fe muy de andar por casa y Dios no tenía sitio en esa casa, por
decirlo así», explica ella. Después de nacer Iker y Hugo retomaron el contacto
con la parroquia a la hora de bautizarlos y apuntarlos a catequesis de Primera
Comunión, pero al quedarse embarazada de Álex en una situación médica de
riesgo, el párroco de San Martín de la Vega, Jesús Úbeda, y su vicario,
empezaron con ellos un acompañamiento más personal. «Cuando nació Álex vinieron
a nuestra casa a explicarnos qué suponía el Bautismo y, a partir de ahí, nos
metimos más en la parroquia y comenzó a crecer nuestra fe. Cristo empezó a ser
alguien muy importante en nuestro hogar», cuenta Gema.
La experiencia
de esta familia es un ejemplo de algo que la diócesis de Getafe replicará
al unísono en este nuevo curso, en todo el territorio diocesano, a través del
nuevo Directorio de Iniciación Cristiana, para que, a partir de ahora, los
padres que tienen una fe más tibia o a veces inexistente y que quieren bautizar
a sus hijos —casi siempre por tradición familiar o cultural— lo hagan
convencidos y conscientes del paso que están dando. Para ello, el directorio
obliga a todas las parroquias a ofrecer a estas familias una propuesta de
primer anuncio. Y a que, para que los niños sean bautizados, las familias
acepten.
El documento
hace hincapié en crear primero una relación con el párroco y con el equipo
encargado de la pastoral de bautismos, dejando para más adelante la cuestión
concreta de la fecha. Si en la entrevista no hay seguridad de que el niño va a
crecer en una familia donde se cuide su vida espiritual, entonces se propondrá
a los padres algún instrumento de primer anuncio: cenas Alpha, retiros de
Emaús, Cursillos de Cristiandad, Camino Neocatecumenal, Seminarios de Vida en
el Espíritu o cualquier otra iniciativa que la parroquia debe tener ya en su
agenda para este tipo de ocasiones.
«El Papa nos
está llamando a recuperar la conciencia evangelizadora como algo urgente»,
explica Jesús Úbeda, también vicario para la Evangelización y la
Transmisión de la Fe en Getafe. «Que unos padres vengan al despacho para
preguntar por el bautizo de su hijo es una oportunidad para evangelizar que no
podemos desaprovechar». El sacerdote constata que, «en ocasiones como estas, no
hace falta salir a los alejados: son ellos los que vienen a las parroquias, y
muchos no han recibido ni siquiera el primer anuncio del encuentro con Cristo».
El directorio
reconoce que la preparación a los sacramentos «constituye hoy una de las
mayores y más graves preocupaciones de los pastores», debido a «la carencia de
signos de vida cristiana que se observa en un buen número de padres, apenas
evangelizados, y que mantienen actitudes de alejamiento de la práctica
religiosa», explica el vicario. «Tenemos que ser más serios a la hora de hacer
una propuesta a los padres», añade Jesús Úbeda, para quien «es cierto que en la
parroquia bautizamos y hacemos un montón de cosas, pero eso no se refleja en
conversiones». Con la nueva normativa, cuando unos padres se acerquen
«empezaremos con ellos un camino que provoque un despertar en la fe y que acabe
injertándolos en la comunidad, aunque eso suponga a veces retrasar el bautizo».
Úbeda es
consciente de que esto supone «un cambio cultural enorme, pero en realidad es
algo similar a los cursillos de novios y otras iniciativas catequéticas ya
asentadas». Otra novedad es que, al hacerse de manera unánime, «ya no será
posible irse a la parroquia de al lado a bautizar allí al niño».
También ha
supuesto un cambio de mentalidad en los sacerdotes, porque «algunos piensan que
no se puede negar la gracia del sacramento», asegura Úbeda. Al contrario, «no
negamos el sacramento, sino que le damos más valor aún. No podíamos resignarnos
a tantos bautizados sin pertenencia a la Iglesia y sin relación personal con el
Señor».
¿Y si los padres no quieren?
«Se pueden dar casos en los que los padres del
niño no acepten nuestra propuesta, y eso también se contempla en el nuevo
directorio», afirma el vicario para la Evangelización y la Transmisión de la Fe
de Getafe. En esos casos, «lo que les vamos a proponer es un acompañamiento
para ayudarles a entender la necesidad de este proceso de cara al bautizo de su
hijo. Y, si aun así no lo desean, podemos diferir el bautismo y volver a
contactar con ellos más adelante, quizá ya en la etapa escolar».
En este sentido Úbeda quiere dejar claro que la
Iglesia «está deseando bautizar al niño y nada nos gustaría más, pero no de
cualquier modo. Para nosotros es vital que los padres entiendan que lo mejor
para el niño es que ellos empiecen un camino de conversión». Junto a ello, el
directorio pide «evitar cualquier apariencia de inflexibilidad sino, al
contrario, mostrar una gran mansedumbre, misericordia y humildad» del pastor
hacia los padres del niño o de la niña.
Juan Luis Vázquez
Díaz-Mayordomo
Fuente: Alfa y
Omega
