Maximino
nació al comienzo del siglo IV en Poitiers (Aquitania), al sudoeste de la
antigua Galia. Provenía de un hogar muy piadoso
Dominio público |
El santo reconoció en el recién llegado una lúcida
inteligencia y un firme amor a la doctrina católica, razón por la cual le
confirió las sagradas órdenes. En el ejercicio de estas funciones hizo en breve
tiempo notables progresos.
Al
morir Agricio, conocidos por el pueblo los atributos de Maximino, por voluntad
unánime éste fue su sucesor, ocupando la cátedra de Tréveris en el año 332.
Perturbaba
en aquel tiempo en la Iglesia el arrianismo, doctrina que negaba la unidad y
consustancialidad en las tres personas de la santísima Trinidad; según ellos el
Verbo habría sido creado de la nada y era muy inferior al Padre. El Verbo
encarnado era Hijo de Dios, pero por adopción.
Contra
esta interpretación, que disminuía el misterio de la encarnación y el de la
redención del hombre, se levantó Atanasio, obispo de Alejandría, que se había
de constituir en el campeón de la ortodoxia.
Reinaba
entonces el emperador Constantino el Grande, a quien los herejes engañaron
acumulando calumnias sobre Atanasio, y así lograron que lo desterraste a
Tréveris en el año 336. Allí Maximino lo recibió con evidencias de la
veneración que le profesaba y trató por todos los medios de suavizar la
situación del desterrado. Lo mismo hizo con Pablo, obispo de Constantinopla,
también forzado a ir a Tréveris después de un remedo de sínodo arriano. Al
morir Constantino, el hijo mayor, Constantino el Joven, su sucesor en
Occidente, devolvió a Atanasio la sede de Alejandría.
En
el año 345, Maximino concurrió al concilio de Milán, donde los arrianos, cuyo
jefe era Eusebio de Nicomedia, fueron otra vez condenados. Considerado
indispensable para cimentar la paz de la Iglesia celebrar un nuevo concilio
ecuménico. Maximino lo propuso al emperador Constante; éste, hallándolo
conveniente, escribió a su hermano Constantino, concertándose para tal reunión
la ciudad de Sárdica (hoy Sofía, capital de Bulgaria).
Los
arrianos quisieron atraer al emperador a su secta y justificar la conducta seguida
contra Atanasio. Pero Maximino alertó al emperador, defendiendo así al obispo
sin culpa; y Atanasio fue nuevamente restablecido.
Vuelto
a su Iglesia, Maximino hizo frente a las necesidades, socorriendo a los pobres.
Su familia residía en Poitiers y allá fue a visitarlos, pero murió al poco
tiempo en esa ciudad, en el año 349. La fecha de hoy recuerda la traslación de
sus reliquias a Tréveris.
Fuente:
ACI