Su devoción a la Divina Misericordia fue uno de los temas centrales de su vida
Juan Pablo II ha sido uno
de los papas más carismáticos
y justo este lunes se
cumplió 100 años de su nacimiento
|
Este lunes 18 de
mayo se han cumplido 100 años del nacimiento de San Juan Pablo II,
un Papa que marcó la vida de millones de católicos contemporáneos pero que
también influyó en el mundo con fuerza, especialmente en su papel para la caída
del bloque soviético.
Su carisma
arrollador y su entrega completa al prójimo no sólo se vio en su más de cuarto
de siglo como Papa en Roma, sino también antes en su Polonia natal como
arzobispo de Cracovia, como sacerdote, profesor, estudiante e incluso como
minero.
Ahora ya como
santo y como ejemplo para los católicos la Iglesia celebra este
centenario, una oportunidad para mostrar su grandeza a una generación
de católicos muy jóvenes que no le conoció en persona y un recuerdo
para quien tanto le quiso. Este recopilatorio que hizo John Hude para Impacting
Culture muestra hechos sorprendentes de su vida que ayudan a
comprender la magnitud de este Papa:
1. El teatro y su memoria prodigiosa
Todos sabemos
que Juan Pablo II sentía una fuerte pasión por el teatro y la literatura
en general, ya incluso desde que era un adolescente. Pero lo que yo no sabía es
que una vez salvó la situación con su increíble memoria.
Uno de los personajes en una producción se dio de baja dos días antes del estreno. Y me imagino que no disponían de suplentes en aquel momento. La absorbente mente del joven Karol simplemente había memorizado el papel de todos los personajes durante los ensayos, y se ofreció a interpretar dos personajes. ¡Que siga la música!
Uno de los personajes en una producción se dio de baja dos días antes del estreno. Y me imagino que no disponían de suplentes en aquel momento. La absorbente mente del joven Karol simplemente había memorizado el papel de todos los personajes durante los ensayos, y se ofreció a interpretar dos personajes. ¡Que siga la música!
2. “Cartas del Diablo a su Sobrino” de CS Lewis junto al fuego de
campamento.
Muchos de
nosotros sabemos que al Padre Wojtyla le encantaba pasar tiempo con los jóvenes
en actividades al aire libre durante su tiempo de párroco en Polonia; y más
tarde como Cardenal siguió manteniendo esa costumbre. Esas salidas
tenían que ser clandestinas ya que estaban prohibidas por los dirigentes
comunistas. Iban a descender el rio en Kayak, o a practicar
montañismo, llegando a celebrar misas en una canoa vuelta del revés.
Parece ser que alrededor del fuego durante las veladas nocturnas cantaban textos de poetas y escritores en general y leían textos sacados de algunos de esos libros, incluyendo el clásico “Cartas del Diablo a su Sobrino” (publicada por primera vez en 1942).
Parece ser que alrededor del fuego durante las veladas nocturnas cantaban textos de poetas y escritores en general y leían textos sacados de algunos de esos libros, incluyendo el clásico “Cartas del Diablo a su Sobrino” (publicada por primera vez en 1942).
3. Cuando los comunistas “querían” que fuese arzobispo.
Aunque el
gobierno comunista permitía a la iglesia polaca nombrar a los candidatos a la
sede vacante, el gobierno se reservaba el derecho a veto sobre cualquier
candidato que no le interesase. Continuaron con su censura a los
candidatos hasta que consiguieron situar a su hombre: Karol Wojtyla.
Imagínate ese momento incómodo cuando el hombre que tú mismo has seleccionado se convierte en Papa y después regresa a Polonia a derrocar el comunismo. Probablemente la mayor ejemplo de minusvalorar a alguien en la historia de los fracasos.
Imagínate ese momento incómodo cuando el hombre que tú mismo has seleccionado se convierte en Papa y después regresa a Polonia a derrocar el comunismo. Probablemente la mayor ejemplo de minusvalorar a alguien en la historia de los fracasos.
4. Continuó con la práctica del esquí hasta que tuvo 73 años.
Una de mis
historias favoritas es la de aquel niño de 8 años que se encontró con JPII en
la pista de esquí. Hicieron un par de bajadas juntos, y la madre del
niño no quería dar crédito a que su imaginativo hijo hubiera estado esquiando
con el Papa, hasta que el niño se lo presentó.
5. Viajó a la luna tres veces durante su vida.
Bueno, la misma
distancia, al menos: ¡1.140.000 km! El hombre tenía una misión, y sentía que su
llamada como pastor de la iglesia universal implicaba salir a los caminos y
reunirse con su rebaño universal. “¿No se supone que debo ser el papa de todo
el mundo?”, solía decir.
6. ¿Cuál fue “el día más feliz de su vida”?
Según él mismo,
ése fue el día en que canonizó a la hermana Faustina como la primera santa del
milenio. Su devoción a la Divina Misericordia fue uno de los temas
centrales de su vida, algo muy cercano y muy querido para su corazón,
especialmente como polaco que era.
“No hay nada que el hombre necesite más que la Divina Misericordia”.
“No hay nada que el hombre necesite más que la Divina Misericordia”.
7. Escribió este profundo poema
Durante la
invasión nazi, cuando Karol tenía que trabajar en una cantera en
condiciones bajo cero (y caminar durante 30 minutos al alba para
llegar allí), fue testigo de la muerte de un compañero trabajador en una
explosión de dinamita. Más tarde escribió este poema:
Le tumbaron en el suelo, su espalda contra una sábana de grava
Llega la esposa, destrozada por la congoja; su hijo regresa de la escuela…
Las piedras se mueven de nuevo: un vagón lastima las flores.
De nuevo la corriente eléctrica penetra en lo profundo de los muros.
Pero el hombre lleva consigo la estructura profunda del mundo.
Donde, cuanto mayor es la ira, mayor también la explosión de amor.
Le tumbaron en el suelo, su espalda contra una sábana de grava
Llega la esposa, destrozada por la congoja; su hijo regresa de la escuela…
Las piedras se mueven de nuevo: un vagón lastima las flores.
De nuevo la corriente eléctrica penetra en lo profundo de los muros.
Pero el hombre lleva consigo la estructura profunda del mundo.
Donde, cuanto mayor es la ira, mayor también la explosión de amor.
8. Así llegó a eludir a la policía secreta.
Cuando fue
obispo en Polonia durante el dominio comunista, la policía secreta estaba
constantemente grabando furtivamente sus conversaciones y estudiando sus
movimientos. Cuando llegó a convertirse en Papa habían ya recopilado
informes sobre su persona que llenaban 18 cajas de archivo.
En una ocasión en que el arzobispo necesitaba tener una reunión secreta con Karol, el chófer de Wojtyla montó una pequeña y peligrosa escena en medio del tráfico que hizo perder a los perseguidores de vista. Rápidamente Karol cambió de coche sin que nadie se percatara y así pudo reunirse con el arzobispo en paz.
En una ocasión en que el arzobispo necesitaba tener una reunión secreta con Karol, el chófer de Wojtyla montó una pequeña y peligrosa escena en medio del tráfico que hizo perder a los perseguidores de vista. Rápidamente Karol cambió de coche sin que nadie se percatara y así pudo reunirse con el arzobispo en paz.
9. Los beneficios de sus libros construyeron iglesias en Yugoslavia
Juan Pablo II,
durante toda su vida fue un "regalador". Se regaló a sí mismo
y regaló su tiempo y su talento.
Como botón de
muestra, tras publicar Cruzando el umbral de la esperanza, que
vendió millones de copias, ofreció los primeros royalties para
reconstruir iglesias destruidas en el conflicto de Yugoslavia. También
se sabe que regaló las ropas nuevas que le compraron y se quedó con las viejas.
10. Recibió el sacramento de la reconciliación del padre Pío.
En 1947, el
Padre Wojtyla visitó al Padre Pío, y éste le oyó en confesión. El Papa
Juan Pablo II le canonizaría 55 años después.
11. Su predecesor Juan Pablo I dijo lo siguiente…
“Mi nombre es
Juan Pablo I. Solamente estaré con vosotros un tiempo corto. El segundo
ya está en camino”.
12. Era el Rey de la Multi-tarea
12. Era el Rey de la Multi-tarea
Juan Pablo II
tenía una ética laboral increíble, y uno de sus secretarios le describió como un
“volcán de energía”. Era habitual en él trabajar entre 12 y 16 horas diarias.
Tenía el don de la “concentración dividida”. Muchas personas contaban cómo podía tener una conversación completa con ellos mientras estaba leyendo, y aun así estar plenamente entregado. Algunas veces se cansaba en las reuniones si no trabajaba en algo más al mismo tiempo. De hecho, durante el Concilio Vaticano II escribió todo tipo de libros y poemas.
13. Leía a Marx durante el Cónclave
De hecho, la
necesidad de dedicarse a múltiples tareas simultáneamente era tan acuciante,
tal era la necesidad de constantemente alimentar su intelecto, que incluso se
llevaba material de lectura a las sesiones del cónclave poco después de su
propia elección. Y de todos los libros que uno puede leer… leía literatura
marxista. Como dijo en una ocasión a un amigo, “si quieres llegar a
conocer a tu enemigo, tienes que conocer lo que ha escrito”.
14. Hasta 14 minutos de aplausos sin interrupción
14. Hasta 14 minutos de aplausos sin interrupción
Durante el
momento clave que representó su viaje a Polonia como Papa en 1979, Juan
Pablo II celebró la misa de Pentecostés en la plaza de la Victoria de Varsovia
para una multitud de 300.000 almas. En un momento concreto el aplauso
entusiasta duró 14 minutos sin interrupción.
Un pueblo, una cultura, reprimida por un comunismo que negaba la dignidad humana de las personas. Y en ese momento, uno de ellos, un chico polaco de Wadowice, regresa como papa a su tierra natal con un mensaje de libertad y esperanza.
“¡Envía tu Espíritu!, ¡Envía tu Espíritu! ¡Y renueva la faz de la tierra! ¡De su tierra!".
Un pueblo, una cultura, reprimida por un comunismo que negaba la dignidad humana de las personas. Y en ese momento, uno de ellos, un chico polaco de Wadowice, regresa como papa a su tierra natal con un mensaje de libertad y esperanza.
“¡Envía tu Espíritu!, ¡Envía tu Espíritu! ¡Y renueva la faz de la tierra! ¡De su tierra!".
15. Si se recopila todo lo que escribió, equivaldría al contenido de 20
Biblias
Su media
superaba las 3.000 páginas anuales, y solamente durante el tiempo en que fue
papa.
16. Fue el primer papa en pisar una mezquita.
Su amor hacia la
persona humana se extendía más allá de los confines de la Iglesia Católica,
hacia todas las religiones, razas y lenguas.
17. Conocer el mundo en primera persona
Juan Pablo II
era uno de esos líderes que se deslizaría con sigilo para no ser notado por sus
guardias de seguridad mientras salía de casa. A menudo estas
excursiones servían para conseguir un poco de solaz en las montañas o para ir a
esquiar. Con lo ocupado que andaba, entendió la necesidad del equilibrio y
la diversión.
18. De vez en cuando le gustaba reírse un poco de su persona.
En una ocasión
alguien pudo oír la siguiente conversación:
Juan Pablo II: “La música es extraordinariamente útil para la oración. Como decía San Agustín, “el que canta, reza por partida doble”.”
Amigo: “¿Cantaba usted bien, Santo Padre?”
Juan Pablo II: “Cuando era yo el que cantaba, era más propio decir que rezaba una sola vez.”
Juan Pablo II: “La música es extraordinariamente útil para la oración. Como decía San Agustín, “el que canta, reza por partida doble”.”
Amigo: “¿Cantaba usted bien, Santo Padre?”
Juan Pablo II: “Cuando era yo el que cantaba, era más propio decir que rezaba una sola vez.”
19. Conocía a los más de 2.000 obispos del mundo por su nombre.
Guardaba un mapa
en el que marcaba cada diócesis del mundo, y conocía a cada uno de sus obispos
de memoria. Su memoria no estuvo limitada a los líderes de la Iglesia. La
guardia suiza, los seminaristas, y conocidos esporádicos que apenas había
tratado se sorprendían por los detalles pequeños que recordaba de ellos años
más tarde.
20. Una multitud le vio
Bueno, eso es lo
que se dice. Y con el récord de 500 millones de personas, ¿alguien
de entre el público puede competir con él?
(Selección de
Joe Houde, en Impacting Culture, de la John Paul The
Great Catholic University,California; traducción de Jordi Picazo, filólogo).
Fuente: ReL