Expertos de la
Universidad Oberta de Catalunya afirman que hay una "cultura
católica" profundamente afianzada en España y recuerdan el Padre Nuestro
de Rosalía
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| Bendición especial del Papa Francisco |
Aunque que según
el CIS en España ya residen más ateos, agnósticos o no
creyentes que católicos practicantes (el 29,1 % frente al 22,7 %),
expertos de la Universidad Oberta de Catalunya (UOC) consideran que no puede hablarse de una sociedad secularizada. Y tampoco en el
resto del mundo.
Según Natàlia
Cantó-Milà, doctora en Sociología y profesora de los Estudios de Artes y
Humanidades de la UOC, «la tesis de
la secularización puede aplicarse solamente a unos cuantos países del centro y
el norte de Europa. Globalmente no vivimos en un mundo secularizado.
Por ejemplo, Estados Unidos es un país muy religioso. Si fuera una sociedad
secularizada no tendría una moneda en la que está inscrita la frase "In
God we trust"», recuerda.
Un millón de fieles viendo al
Papa
Estos
expertos recuerdan que el pasado 27 de marzo, cuando el papa se
mostraba ante la gran plaza de San Pedro del Vaticano totalmente vacía para
bendecir al mundo ante el sufrimiento por la expansión del coronavirus, más
de un millón de fieles en España lo veían desde su televisor.
Según datos de Kantar Media ofrecidos
por GECA, la bendición Urbi et orbi fue lo
más visto de la TDT durante el mes de marzo. La audiencia
—1.070.000 espectadores y un 6,9 % de cuota de pantalla— daba a Trece el mejor resultado de su historia.
Con su apuesta por la programación religiosa, el canal de la Conferencia
Episcopal Española lidera el ranquin de las 25 emisiones más vistas de los
canales temáticos.
"Es
solo una muestra de que la crisis que se está viviendo por la pandemia del
coronavirus ha vuelto a reactivar el sentimiento religioso
de muchos de los residentes en España", consideran estos expertos.
Rosalía y el Padrenuestro
También se
hace visible en las imágenes
religiosas que pasan de balcón a balcón o en las saetas
que se cantan desde las ventanas en Sevilla, donde el pasado 14 de marzo se
canceló la Semana Santa. En otras localidades como Andújar,
el himno dedicado a la Virgen de la Cabeza también se
escuchó desde los balcones después de que una cadena de mensajes de WhatsApp
consiguiera movilizar a sus habitantes. Incluso algunos personajes famosos
muestran públicamente que se refugian en la religión en estos momentos. El
pasado 20 de marzo, la
cantante Rosalía colgó el padrenuestro en su cuenta de Twitter, y el tuit obtuvo
37.300 «me gusta».
"La importancia de la religión en estos
casos de crisis es efectiva en términos psicológicos y sociales, más que efectiva para
"parar el virus". Pero esa efectividad social y psicológica es tan
necesaria como la médica", afirma Elisenda Ardèvol, doctora en
Antropología y profesora de los Estudios de Artes y Humanidades de la
UOC.
Un sentimiento religioso que
ya existía
Como explica
el doctor en Sociología Francesc Núñez, también profesor de
los Estudios de Artes y Humanidades de la UOC, "la religión es un conjunto de maneras, de formas de
hacer algo para controlar eso que no está en manos de nadie,
que es precisamente lo que odiamos los modernos: el accidente, el azar",
señala añadiendo que eso es lo que ha hecho aflorar un sentimiento religioso
que en realidad ya existía, aunque se mantuviera dormido.
"Ahora que la
humanidad entera está sometida a un fenómeno que ni los dioses modernos de la
ciencia pueden controlar, recurrimos a eso que conocemos por formación o
experiencia religiosa, pidiendo la intermediación. Y como la
catástrofe es mucho más grande, es más grande también la reacción», dice Núñez,
miembro del grupo de investigación MEDUSA de la UOC.
Ciencia y religión
Sin embargo,
eso no quiere decir que no confiemos en la ciencia. La dimensión religiosa
convive con la esfera científica sin contradicciones, especialmente ante
circunstancias excepcionales como las que vivimos actualmente, explican los
expertos.
Precisamente el hecho de vivir en una sociedad
tan tecnificada, dominada por los avances científicos, es lo que puede provocar
que no mostremos tan abiertamente nuestra religiosidad salvo en circunstancias
como las actuales, en las que se manifiesta claramente que la ciencia no tiene
todas las respuestas.
Y en opinión del filósofo Miquel
Seguró, profesor colaborador de los Estudios de Artes y
Humanidades de la UOC, se debe a una mala comprensión del fenómeno
religioso. "Hay un cierto complejo en
relación con la experiencia religiosa, como si se reconociera una debilidad,
aunque en mi opinión es todo lo contrario: independientemente de si la religión
es o no verdadera, lo que
expresa parte del fenómeno religioso es la verdad en relación con la
vulnerabilidad, la finitud, la contingencia y la relatividad de la
experiencia humana".
Cultura católica
Además de
cifrar en un 22,7 % el porcentaje de católicos practicantes entre la
población residente en España, el barómetro del CIS calcula que hay un
44,7 % de católicos no practicantes. Y es parte de este último colectivo
el que parece haberse sumado ahora a las manifestaciones de religiosidad.
"Hay
una "cultura católica" profundamente afianzada en el Estado español,
aunque día a día no la practiquemos. En un momento de crisis,
podemos recurrir a prácticas religiosas casi olvidadas, como el hecho de rezar,
como un acto de recuperar la confianza en la adversidad, por
ejemplo", explican estos expertos.
En Estados Unidos se reza por
el fin de la pandemia
Lo cierto es
que el rezo es la práctica ritual a la que más se
está acudiendo. Aunque no hay estudios respecto a España, en
Estados Unidos una encuesta de la
que se hacía eco hace solo unos días The Washington Post afirmaba que, en las últimas semanas, más de la mitad de los
estadounidenses había rezado por el fin de la pandemia.
Fuente:
ReligionConfidencial
