Entrevista
al Cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado de la Santa Sede, con ocasión
del próximo viaje apostólico del Papa Francisco a Panamá
![]() |
Arezzo Notizie |
A
pocos días para que arranque la Jornada Mundial de la Juventud en Panamá, el
Cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado de la Santa Sede, asegura que el
Papa Francisco viaja al país centroamericano con “el mismo espíritu de gozo”
que los jóvenes; un espíritu que es el espejo del Sínodo de los Obispos sobre
los jóvenes celebrado el pasado mes de octubre de 2018. Durante la entrevista,
ha señalado de manera especial la “actitud de escucha”, señalando que tiene que
ser reciproca: “los jóvenes escuchan a la Iglesia y la Iglesia escucha a los
jóvenes, sus esperanzas, sus expectativas, sus deseos, sus sueños”.
Hablando
acerca de la aspiración común de todos de “cambiar el mundo”, el Cardenal
Parolin asegura que la pregunta fundamental es “como cambiar el mundo”. Entre
las diferentes propuestas, presenta a los jóvenes cambiar el mundo de hoy a
través de la referencia “a la Virgen María” - que se caracteriza por la
sencillez y humildad, “sin mucho ruido, sin mucha espectacularidad y sin
violencia” – comprometiéndose en la “política” y sintiendo también el
compromiso de ser “evangelizadores de los jóvenes”: “En Panamá habrá bastante
gente pero los jóvenes son muchos más. Si cada uno que sale de la Jornada
Mundial de la Juventud se siente de veras comprometido a acercarse a los demás
y evangelizar en el sentido de anunciar la Buena Nueva creo que esto será una
gran contribución que ellos pueden dar para el cambio del mundo”.
Por
último, cita a los jóvenes indígenas, asegurando que “son necesarios también
para construir nuestro mundo y nuestro futuro”, siendo fundamental “el aporte
de lo que ellos han sido y de lo que ellos son” para promover una cultura que
sea sobre todo una cultura de “ser” más que de una cultura del “tener cosas”. Y
el Papa Francisco – puntualiza – “les dará este empuje en la JMJ de Panamá”.
Entrevista completa
P: Su Eminencia, la de
Panamá va a ser la tercera JMJ del Papa Francisco. ¿Con qué espíritu se está
preparando el Papa para este encuentro, considerando que es un puente con el
Sínodo sobre los jóvenes que se celebró el pasado mes de octubre y que lanzó el
desafío de caminar juntos, tratando de dar un mayor protagonismo a los chicos y
chicas?
R: Esta es la primera
Jornada Mundial de la Juventud que se celebra después del Sínodo de octubre
dedicado a los jóvenes. Imagino que el espíritu del Santo padre, el espíritu de
todos los que participarán en esta jornada es el mismo espíritu del Sínodo que
acabamos de celebrar; un espíritu de gozo por la presencia de tantos jóvenes y
que será multiplicado ahora porque los jóvenes serán muchos más. También el
espíritu que se concretiza en algunas directrices, me parece que han sido
puestas en evidencia por el Sínodo mismo. La primera es que los jóvenes son
miembros de la Iglesia, no son algo diferente a lo que la Iglesia solamente
tiene que dirigirse, si no que son parte, son miembros de la Iglesia. Entonces,
¿cuál es la actitud de la Iglesia?, ¿de las diferentes estancias de la Iglesia?
Esta actitud de escucha y de acompañamiento, la escucha tiene que ser
recíproca: los jóvenes escuchan a la Iglesia y la Iglesia escucha a los jóvenes
y escucha sus esperanzas, sus expectativas, sus deseos, sus sueños. El Papa
quiere mucho “los sueños”, hablar de los sueños de los jóvenes y al mismo
tiempo que los jóvenes escuchen a la Iglesia y la propuesta de la Iglesia y la
propuesta de Jesucristo como respuesta verdadera a todas las necesidades del
hombre de ayer de hoy y de mañana.
P: En el videomensaje del
Papa para Panamá, Francisco, recordando el "sí" de María, insta a los
jóvenes a ser conscientes de que su fuerza puede cambiar el mundo. ¿Qué nos
puede comentar al respecto?
R: Creo que es una
aspiración común, esta de cambiar el mundo. Vemos muchas cosas que no funcionan
y a veces las crisis crecen, somos testigos de una dificultad de nuestro mundo
de seguir adelante por las violencias, por el odio, por los choques entre los
grupos, las personas y las naciones y todo eso… entonces los jóvenes, por su
característica de jóvenes abiertos al futuro, quieren cambiar el mundo, pero la
pregunta fundamental es como cambiar el mundo. Hay diferentes modelos, y
diferentes propuestas… Fijar los ojos en la virgen María y sobre todo en el
momento en el que dice su “Sí” a la propuesta del Señor, de Dios, de ser la
madre de su hijo y entonces de llevar al mundo el Salvador es asumir un
determinado modelo de cambiamiento del mundo hecho por la sencillez, por la
humildad, hecho por la oración, por el trabajo serio de cada día, sin mucho
ruido sin mucha espectacularidad, sin violencia etc.
Yo
creo que la propuesta es una propuesta de cómo cambiar el mundo hoy, a través
de esta referencia a la Virgen María y al final de cuentas es la respuesta a la
voluntad. Se cambia el mundo solamente si somos fieles a la voluntad de Dios y
si intentamos ponernos “he aquí la sierva del Señor” a disposición y al
servicio de esta voluntad que es siempre una voluntad de bien y de felicidad
para todos los hombres.
P: A la “gran fiesta de fe”
que tendrá lugar en Panamá asistirán 1.000 jóvenes participantes del primer
Encuentro Mundial de la Juventud Indígena. El Papa Francisco, durante su viaje
a México, pidió perdón a los pueblos indígenas que fueron vistos con
indiferencia o desprecio debido a la "cultura del descarte",
reafirmando la importancia de estas realidades para el mundo. ¿Qué cree usted
que dirá el Papa a estos chicos?
R: Yo creo que el Papa
Francisco, probablemente también por el hecho de que viene de América Latina
donde está la presencia de muchas culturas indígenas en diferentes países, está
muy atento a esta realidad y también está muy atento en darle a los jóvenes que
pertenecen a estas culturas este sentido de la importancia de lo que ellos son
y de lo que ellos han hecho contra este poco desprecio, del pasado, toda la
historia… Además tenemos en cuenta que habrá un Sínodo sobre la Amazonia
también y entonces imagino que el papel de las culturas de los pueblos
indígenas será de una manera muy especial subrayada así como su aporte. Ellos
son necesarios también para construir nuestro mundo, para construir nuestro
futuro. El aporte de lo que ellos han sido y de lo que ellos son sobre todo yo
creo para empujar, para promover una cultura que sea sobre todo una cultura de
“ser” más que de una cultura del “tener cosas”. Una cultura basada sobre las
relaciones personales y sobre la recuperación de los valores, también del pasado.
Por eso yo creo que será un empuje que el Papa dará a las culturas indígenas,
los jóvenes indígenas, porque ellos se sienten “fieros” (orgullosos) de lo que
son y yo creo que es muy importante también - en base de mi experiencia con
estas realidades en los países en los que he servido durante el servicio
diplomático – que ellos se sientan orgullosos, valorados, y que sientan que
tienen que dar a este mundo y a esta sociedad algo que es muy importante.
P: El Papa regresa a una
zona del mundo que enfrenta serios problemas, como crisis sociales, económicas
y políticas, migración forzada, violencia, narcotráfico... Los jóvenes miran al
Sucesor de Pedro con esperanza. ¿Qué mensaje puede lanzar la Iglesia para
devolver a los jóvenes valor y confianza?
R: Sí, yo creo que el Papa
lo ha hecho en todas las ocasiones este “dar confianza”, este “dar esperanza en
el futuro” que se puede cambiar a través del compromiso de cada uno. Y hoy creo
que es muy importante porque el aire que se respira, ese aire de desaliento y este
ayudar a retomar esperanza, retomar este compromiso personal para el cambio del
mundo. Subrayo solamente dos cosas: La primera es que los jóvenes pueden y
deben también comprometerse en la política, y me refiero aquí al mensaje que el
Santo Padre ha publicado con ocasión de la Jornada Mundial de la Juventud de
este año, cuando habla de la política “como un instrumento para la construcción
de la paz”; la paz que es todos los bienes que el hombre necesita para vivir
una vida digna y feliz en esta tierra. Entonces, que los jóvenes se comprometan
en la política y la vida en el sentido cristiano y como servicio y como
promoción del bien común de todos y de todas. Y la segunda cosa: que se sientan
en el compromiso de ser evangelizadores de los jóvenes. Yo creo que hay que
multiplicar esto. Allí habrá bastante gente pero los jóvenes son muchos más. Si
cada uno que sale de la Jornada Mundial de la Juventud se siente de veras
comprometido a acercarse a los demás, sus coetáneos, y evangelizar en el
sentido de anunciar la Buena Nueva creo que esto será una gran contribución que
ellos pueden dar para el cambio del mundo.
Mireia
Bonilla – Ciudad del Vaticano
Vatican
News