“Suelta el rastrillo”
Dominicas de Lerma |
Hola, buenos días, hoy Joane nos lleva al
Señor. Que pases un feliz día.
El nogal ha dejado el suelo cubierto de hojas
después del otoño y tenía que limpiar la zona. Fui haciendo montones con el
rastrillo juntando las hojas dispersas para después ir recogiendo todo junto.
De repente, el viento empezó a soplar con fuerza, deshaciendo todo, ¡hojas
volando por todas partes!
Parecía que el viento paraba, volvía a
intentarlo y, de nuevo, viento; de nada me servía llevarlas a un lugar más
refugiado, barrer a favor… todo cambiaba en cuestión de segundos e incluso
pequeños remolinos hacían que las hojas “bailasen” a mi alrededor. Era como si
el viento se estuviese riendo de mí.
Y yo también terminé riendo. Cuántos montones
intentamos hacer en nuestra vida: juntamos hojas haciendo planes para las
próximas vacaciones, montones incluso con lo que tenemos que hacer hoy o lo que
vamos a decir. Montones con los que ya vivimos por adelantado los
acontecimientos y la realidad es que pocas veces queda el montón de hojas como
lo hemos dejado.
Sopla el viento de un imprevisto, de un cambio
de tiempo, de circunstancias y… ¡hojas por todos los lados! ¡Vuelan nuestros
planes! Qué incertidumbre si lo miramos así. Sin embargo, el Señor sopla en la
dirección que menos esperamos, hace montones nuevos, pues las hojas siguen el
soplo del viento, se dejan llevar.
El Señor, ante esta anécdota, me mostraba que
me pide dejar el rastrillo para “ser hoja”: el viento no se reía de mí, me
invitaba a confiar, a dejarme llevar por Él. Continuamente el Señor nos pone
delante situaciones para confiar, nos tiende una mano y nos invita a dejarnos
llevar por Él.
Lo más importante es darLe la mano en todo lo
que nos toca afrontar, esto es lo que cambia todo. Podemos vivir en
incertidumbre o en confianza, son los dos caminos que todos tenemos delante,
pues la vida pocas veces transcurre como pensamos.
El corazón confiado descansa, tiene paz aun
cuando se forma un montón de hojas en un lugar difícil porque se sabe sostenido
por Cristo y por la oración de tantos hermanos en la Fe.
Los apóstoles, en muchos momentos, intentaban
organizar a Jesús: por qué no nos vamos, por qué… Y van haciendo esa
experiencia de confianza junto a Él, siguiéndole con expectación porque sabían
que siempre actuaba de la manera más insospechada. Hoy Jesús está vivo y a tu
lado, va a actuar de la manera más insospechada en tu vida.
Hoy el reto del amor es que sueltes el
rastrillo y dejes al Señor que te lleve. Si sopla el viento, pídele al Señor ojos para verLe en ello, ¿qué quiere
de ti? ¿A dónde te lleva?
VIVE DE CRISTO
¡Feliz día!
14 febrero 2023
Fuente:
Dominicas de Lerma