La sabiduría de los mayores
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| Dominicas de Lerma |
Hola, buenos
días, hoy Sión nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
El otro día
estaba tranquilamente sentada cuando, de pronto, en mi tablet saltó la alarma:
“Encender el riego automático”. Las ganitas que tenía yo en ese momento de
patear la huerta para ir a abrir las bocas de riego… te las puedes imaginar.
Inmediatamente
me vino la excusa perfecta a la cabeza: “¡Hey, hoy no hace falta encenderlo!
¡¡¡Ayer hubo tormenta!!!”.
Efectivamente,
el día anterior nos había sorprendido con una de esas tormentas de verano que
se ponen a jarrear en cuestión de segundos. Sí, pero que también terminan en
cuestión de segundos.
En ese preciso
instante, recordé el refrán veraniego de mi abuela: “¡Agua del cielo no quita
riego!”.
¿Y qué vas a
hacer? Pues nada, a patear la huerta.
Mientras iba
abriendo las bocas de riego, me fijaba en que el sistema de goteo funcionase
bien. Y me di cuenta de que, realmente, el suelo estaba seco. Y es verdad que
las gotitas del riego no organizarán grandes charcos… pero calan la tierra,
llegando a lo profundo.
¡¡¡Y así es
como actúa el Señor!!! A todos nos encantaría ver grandes transformaciones en
nuestra vida, amanecer un día y… ¡todo nuevo! Pero el Señor no se manifiesta en
la tormenta, sino en la suave brisa… ¡¡Él también prefiere el riego por goteo!!
Tal vez sientas
que actúa en tu corazón “demasiado lentamente”, ¡pero te aseguro que no deja de
obrar! Él es como esa pequeña gota, constante, paciente… ¡¡y que, precisamente
así, llega a lo más profundo!!
Porque Cristo
no quiere “encharcar” tu realidad, un cambio rápido pero superficial, que
desaparece en poco tiempo… Él prefiere dedicarte tiempo y que tu tierra se
empape, cambie desde dentro.
Hoy el reto del
amor es ser paciente, con los demás… ¡y contigo! Si hoy encuentras un corazón
un tanto reseco, ¡recuerda que Cristo sigue trabajando ahí! Y, como también
trabaja en ti, querida tierra, hoy comparte un poco del agua que Él te da:
amor, perdón, comprensión… ¡verás que no pierdes agua, sino que te vuelves más
esponjosa para que Él pueda empaparte más! ¡Feliz día!
VIVE DE CRISTO
¡Feliz día!
16 junio 2022
Fuente:
Dominicas de Lerma
